La Marcha sobre Roma es uno de los episodios más relevantes y oscuro de la historia de Italia. Es un acontecimiento que ha sido investigado y documentado a fondo, pero también un evento que está impregnado de mitos y ambigüedades. Los historiadores nunca han llegado a un consenso sobre su verdadero significado: ¿fue el comienzo o la culminación del fascismo? ¿Fue esta manifestación una simple treta para engañar al público? ¿Fue el resultado de complejos juegos políticos? ¿Provocó efectos sociales y políticos reales? Estas son algunas de las muchas preguntas que los historiadores se plantean desde 1922, cuando Benito Mussolini organizó una marcha desde varios puntos del norte de Italia hacia Roma. En este artículo, exploraremos lo que realmente ocurrió durante esos días, quiénes apoyaron la marcha de Mussolini hacia Roma y por qué, así como su importancia en la actualidad.
¿Quién era Benito Mussolini?
Benito Mussolini fue un político, líder del Partido Fascista Italiano y, posteriormente, Primer Ministro de Italia de 1922 a 1943. Mussolini nació el 29 de julio de 1883 en la pequeña ciudad de Predappio, provincia de Forlì, Italia. Predappio es ahora un lugar de peregrinación para los fascistas, y la ciudad está llena de sus símbolos: las calles llevan el nombre de fascistas famosos, hay un enorme monumento de mármol a Mussolini, y dentro de la iglesia de Santa Margherita hay un santuario a la Madonna del Gran Pidio (el «gran sendero»), donde los peregrinos fascistas se detienen a rezar a la Virgen María.
Mussolini era un hombre completamente obsesionado con su propia personalidad. Se veía a sí mismo como el único salvador posible del pueblo italiano y de la propia Italia. Estaba convencido de que era el líder esencial y necesario de la Italia del siglo XX.
La Marcha sobre Roma: una explicación
Después de la Primera Guerra Mundial, Italia era un país sumido en el caos. El ejército estaba controlado por muchos grupos diferentes, cada uno con su propia agenda política. La economía estaba fuera del control y el gobierno italiano parecía no tener ningún poder sobre el país.
Mussolini y los líderes del Partido Fascista Italiano (conocidos como los «fascistas») creían que era su deber cambiar Italia. Como muchos otros partidos políticos en Italia, los fascistas contaban con un fuerte apoyo de las clases media y baja. Los fascistas prometieron «limpiar» Italia, hacer que el país fuera «grande de nuevo» y devolver la ley y el orden al país. Los fascistas habían intentado tomar el poder por la fuerza en la década de 1920, pero no lo consiguieron.
La importancia política de la Marcha sobre Roma
El 28 de octubre de 1922, los fascistas iniciaron su marcha hacia Roma. El propio Mussolini iba en el primer coche, al volante. Esta marcha era claramente un desafío al gobierno de Roma. Los fascistas del norte de Italia (incluyendo Venecia, Milán y Florencia) marcharon o fueron a Roma a pie. Pasaron por manifestaciones y desfiles pacíficos.
En aquel momento, los fascistas y el pueblo italiano creían que la marcha era principalmente una demostración de fuerza para presionar al gobierno a aceptar a Mussolini como nuevo líder de Italia. Al final, sin embargo, la marcha a Roma tuvo éxito. El 29 de octubre, el rey Víctor Manuel III invitó a los fascistas a Roma y nombró a Mussolini Primer Ministro. Al igual que en España, Italia la monarquía y el fascismo se agarraron de la mano para llegar al totalitarismo.
La importancia sociocultural de la Marcha sobre Roma
Este acontecimiento marcó el inicio del fascismo en Italia. Fue la primera señal tangible de que el fascismo no era sólo un movimiento político, sino un peligroso fenómeno social. La Marcha sobre Roma fue un momento crucial para el pueblo italiano porque representó también un cambio. Fue la primera vez que las «clases bajas», pese a ser engañadas con ideas totalitarias de libertad y nacionalismo, pudieron demostrar que tenían poder y potencial para cambiar su país.
El hecho de que la marcha estuviera dirigida por las «clases bajas» molestó a muchas élites políticas y sociales de Italia. La Italia fascista marcó el inicio de la desigualdad social extrema. La Marcha sobre Roma se recuerda como un símbolo del nacimiento del fascismo.
Conclusión
La Marcha sobre Roma fue la culminación del movimiento fascista en Italia y el comienzo del fascismo como fenómeno global. La marcha envió un mensaje al mundo de que Italia estaba ahora controlada por los fascistas. Sin embargo, la marcha no fue sólo una demostración de fuerza; también tuvo profundas repercusiones políticas y sociales.
La marcha puso a Mussolini y a los fascistas en el poder y marcó el comienzo de una era de gran violencia social y política. Fue un acontecimiento que transformó la sociedad y la cultura italianas, y es un acontecimiento que sigue teniendo relevancia hoy en día. Algo de lo que aprender para que no vuelva a repetirse.