El 12 de octubre el mar se abrió y el Sol bañó con sus amarillos rayos a los centauros. ¿Acaso había llegado Quetzalcóatl, el dios primordial del panteón prehispánico, con su cohorte celeste para llenar de bendiciones a los pueblos (incas, mayas, aztecas) del continente sin nombre? Sus cascos relucían y los nativos, en un principio, los adoraron. Poco tardarían en comprender que aquellas divinidades eran capaces de todo por llevarse hasta el último grano de oro.                             
Hecha esta introducción voy a evitar, rompiendo con otros años, escribir una crónica sobre lo que supuso el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492. Esa fecha, celebrada antes como El Día de la Raza, ha pasado por numerosos avatares, hasta que los genios encontraron la palabra, cual serendipia, que tranquilizaría sus conciencias. Ahora, echando puentes al otro lado del charco, hablamos con la boca grande de Hispanidad, para recordar cómo amábamos y cómo seguimos amando a los descendientes de los indígenas que encontramos en El Dorado. En esta ocasión me limitaré a transcribir algunos de los pasajes de la obra de Eduardo Galeano “Las venas abiertas de América Latina”.

 Javier Cortines

Memorial de América Latina, en Sao Paulo (Brasil)

 LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA

Por Eduardo Galeano

-1- Los indios de las Américas sumaban no menos de setenta millones, y quizás más, cuando los conquistadores españoles aparecieron en el horizonte. Un siglo y medio después la población se había reducido, en total, a sólo tres millones y medio (1).

-2- América no sólo carecía de nombre. Los noruegos no sabían que la habían descubierto hacía largo tiempo, y el propio Colón murió, después de sus viajes, todavía convencido de que había llegado a Asia por la espalda. (2)

-3- Más de 500 nativos enviados a España, fueron vendidos como esclavos en Sevilla y murieron miserablemente (3)

-4- Entre 1503 y 1660, llegaron al puerto de Sevilla 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. La plata transportada a España en poco más de siglo y medio, excedía tres veces el total de las reservas europeas. (4)

-5- Carlos V (…) aquel monarca de mentón prominente y mirada de idiota, que había ascendido al trono sin conocer una sola palabra del idioma castellano, concedió la primera licencia para conducir esclavos negros a las colonias americanas. Asimismo, se lanzó a la persecución del demonio por toda Europa extenuando el tesoro de América en sus guerras religiosas. (5)

-6- Los grandes propietarios de tierras se repartían el usufructo de la mano de obra indígena y negra bajo la mirada celosa y omnipotente de la Corona y su principal asociada, La Iglesia. (6)

-7- Los capitales no se acumulaban, sino que se derrochaban. Se practicaba el viejo dicho: “Padre mercader, hijo caballero, nieto pordiosero”. (7)

-8- La plata y el oro de América penetraron, como ácido corrosivo, al decir de Engels, por todos los poros de la sociedad feudal moribunda de Europa. (8)

-9- Los turistas adoran fotografiar a los indígenas del altiplano vestidos con sus ropas típicas, pero ignoran que la actual vestimenta indígena fue impuesta por Carlos III a finales del siglo XVIII. Los trajes femeninos que los españoles obligaron a usar a las indígenas eran calcados de los vestidos regionales de las labradoras extremeñas, andaluzas y vascas, y otro tanto ocurría con el peinado de los indios, con raya en medio, impuesto por el virrey de Toledo (9)

-10- Los efectos de la conquista y el largo tiempo de humillaciones posteriores rompieron en pedazos la identidad cultural y social que los indígenas habían alcanzado. (10)¡

-11- La prostitución infantil, niñas de diez o doce años, vendidas por sus padres, es frecuente en las viudas del nordeste de Brasil. Las jornadas de trabajo en algunas plantaciones se pagan por debajo de los jornales bajos de India (11)

-12- Entre los albores del siglo XVI y la agonía del siglo XIX, varios millones de africanos, no se sabe cuántos, atravesaron el océano. Sí se sabe que fueron muchos más que los inmigrantes blancos, provenientes de Europa, aunque, está claro, muchos menos sobrevivieron” (12)

-13- Venezuela sufre la sangría de más de 700 millones anuales como rentas de capital extranjero (…) Se vive de un pasado mítico y funambulesco de fortunas derrochadas en un golpe de dados y borracheras de siete días. (13)

-14- El intercambio desigual funciona como siempre: Los salarios de hambre de América Latina contribuyen a financiar los altos salarios de Estados Unidos y Europa (14)

-15- Más de la mitad de los préstamos que recibe América Latina provienen, previa luz verde, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de organismos privados y oficiales de Estados Unidos (…) La región vive el fenómeno que los economistas llaman “la explosión de la deuda” (15)

-1- Las venas abiertas de América Latina. Editorial siglo XXI, decimocuarta reimpresión, 2015. págs. 58 y 59.

-2- Pág. 27 ibíd.

-3- Pág. 29 ibíd.

-4- Pág. 40 ibíd.

-5- Pág. 42 ibíd.

-6- Pág. 49 ibíd.

-7- Pág. 57 ibíd.

-8- Pág. 58 Ibíd.

-9- Pág. 68 Ibíd.

-10- Pág. 72 ibíd.

-11- Pág. 89 ibíd.

-12- Pág. 107 ibíd.

-13- Pág. 221 ibíd.

-14- Pág. 269 Ibíd.

-15- Pág. 305 Ibíd.

 

1 Comentario

  1. La esclavitud ya existía en la América precolombina, pero los colonizadores españoles (no los “descubridores”) la continuaron y expandieron como medio de dominio y explotación de las tierras conquistadas.​ Sin embargo, en 1530, coincidiendo curiosamente con el reinado de Carlos I, la esclavitud de los indios fue prohibida oficialmente, aunque algunos la practicaron camufladas de encomiendas, las cuales sí les permitían utilizar la mano de obra de hombres oficial y supuestamente libres, al tiempo que se desarrollaba un tráfico de esclavos africanos, monopolizado inicialmente por portugueses y posteriormente por holandeses El tráfico como tal, masivo y organizado desde las respectivas coronas, llegó con el siglo XVIII, principalmente a manos de ingleses y franceses.

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