El 16 de marzo de 1968 las tropas de Estados Unidos lanzaron una operación en la región de Son My en la búsqueda de vietcongs en plena guerra de Vietnam. Al segundo teniente William Laws Calley y su sección le fue asignada la zona My Lai y al llegar a la zona de aterrizaje los helicópteros dejaron a los soldados y se desplazaron a la posición de espera.
A lo largo de cuatro horas, Calley y sus hombres mataron a los hombres, violaron a las mujeres y las niñas, mataron el ganado y prendieron fuego a las casas hasta dejar el poblado arrasado por completo. Para terminar, reunieron a los supervivientes en una acequia.
Los pilotos y artilleros vieron cómo Calley disparó su arma contra los habitantes y ordenó a sus hombres que hicieran lo mismo hasta matar a todos los habitantes de la zona. Murieron hombres, ancianos, mujeres y niños y niñas. Por “defectos” en la investigación, no se sabe la cifra exacta de asesinados, pero se estima que debió estar entre 347 y 504.
La matanza solo pudo ser detenida cuando el oficial de helicópteros Hugh Thompson Jr. intervino junto a su tripulación, a la que incluso ordenó disparar a sus propios compañeros soldados si estos seguían asesinando civiles.
Thompson y su tripulación protegieron con sus vidas a algunos civiles sobrevivientes que pudieron rescatar, y el propio Thompson notificó de inmediato el incidente al mando superior, que ordenó detener la operación contra el área. Posteriormente Thompson testificaría contra Calley y otros en una corte marcial.
Unos días después, el Ejército de Estados Unidos facilitó una información oficial, donde enumeraba unos 120 muertos, de los cuales 90 eran vietcong no civiles y 30 vietcong civiles. Pero en toda la operación se habían incautado sólo tres armas vietcong.
Una masacre que se intentó ocultar
No hubo cobertura de prensa de la masacre hasta que el editor Seymour Hersh (en una pequeña editorial llamada Dispatch News Service) finalmente emitió la noticia el 13 de noviembre de 1969. Una semana más tarde el Cleveland Plain Dealer publicó fotos de un exfotógrafo del ejército llamado Ronald L. Haeberle.
Aunque el teniente Calley fue juzgado y condenado por los actos de My Lai, sólo permaneció tres años bajo arresto domiciliario pues fue indultado por el presidente Richard Nixon. Un acto de este tipo, que recordaba demasiado a los cometidos por los nazis en Oradur, daba la razón a los estadounidenses pacifistas, que sostenían que la guerra de Vietnam no era una guerra justa y que sus exigencias, lejos de ser reivindicaciones propias de hippies, se fundaban en actos reales y mucho más numerosos de lo que se declaraba oficialmente.
En el año 2006 el periódico Los Angeles Times publicó informes desclasificados del Ejército de Estados Unidos, según informó el periódico El Mundo el 8 de agosto de 2006, en los cuales se contabilizaban 178 no combatientes más asesinados entre 1965 y 1971. Finalmente solo 23 personas fueron condenadas por los tribunales militares.