Un mes después de que el ciclón Idai devastara varias zonas de Mozambique, Malaui y Zimbabue, 1,8 millones de personas siguen necesitando ayuda urgente en materia de salud, nutrición, protección, educación, agua y saneamiento. La interrupción prolongada del acceso a servicios esenciales podría conducir a brotes de enfermedades y al aumento de la desnutrición, efectos a los que los niños son especialmente vulnerables.

Las necesidades en Mozambique siguen siendo acuciantes, con un millón de niños que requieren de ayuda, seguidos de más de 443.000 en Malaui y 130.000 de Zimbabue. Mozambique ya ha registrado un aumento de los casos de cólera (4.600) y malaria (7.500) desde el paso del ciclón.

Preocupa de manera especial el acceso a servicios de los más de 130.000 niños que siguen desplazados, la mayoría de los cuales se encuentran en Mozambique y Malaui. Solo en Mozambique, la tormenta destruyó más de 200.000 hogares.

«El paso del ciclón Idai ha destruido numerosas infraestructuras básicas y centros de salud y ha afectado de forma muy severa al sistema de saneamiento e higiene, contaminando numerosas fuentes de agua, lo que incrementa el riesgo de contraer enfermedades como el cólera, la malaria y otras enfermedades diarreicas» señala María Alcázar, Directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española.

Preocupa de manera especial el acceso a servicios de los más de 130.000 niños que siguen desplazados, la mayoría de los cuales se encuentran en Mozambique y Malaui. Solo en Mozambique, la tormenta destruyó más de 200.000 hogares.

Cruz Roja Española ha desplegado la Unidad de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento (ERU en sus siglas en inglés), que ha distribuido ya más de 190.000 litros de agua segura en los centros y campos de desplazados donde se encuentran las personas afectadas por la catástrofe natural en la ciudad de Beira.

La Unidad de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento de Cruz Roja Española está distribuyendo agua segura en los centros de desplazados como el de Muave y en los campos de desplazados de Inhamizua y San Pedro, donde además se han instalado 14 letrinas y 5 duchas, teniendo en cuenta la perspectiva de género y la adaptación a personas con discapacidad.También se han instalado líneas de agua segura en el campo de desplazados de San Pedro y en la zona rural de Ndunda y se está trabajando para distribuir agua en el campo de desplazados de Samora Machel.

«Los delegados y delegadas de Cruz Roja Española, además de distribuir agua potable, están realizando también labores de promoción de higiene entre la población afectada, así como análisis de las fuentes de agua en centros de acogida, hospitales y escuelas locales para comprobar que son seguras y evitar así la propagación de enfermedades, como el cólera» destaca Carlos Ortega, jefe de equipo de la Unidad de Respuesta en Emergencias de Cruz Roja Española.

Cruz Roja Española está trabajando con los equipos de voluntariado de la Cruz Vermelha de Moçambique para la distribución de kits de alojamiento temporal de emergencia para las personas afectadas, así como toldos plásticos, bidones, mosquiteras y herramientas para la rehabilitación de las viviendas e infraestructuras básicas.

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