“La vulnerabilidad a la moderna esclavitud se ve afectada por una compleja interacción de factores relacionados con la presencia o ausencia de protección y respeto a los derechos humanos, protección física y seguridad, el acceso a necesidades básicas como comida, agua o cuidados médicos, y con los casos de migración, desplazamiento y de conflicto”, señala IGE.
Se calcula que Hay cerca de 46 millones de esclavos en el mundo y que el 58% de ellos están concentrados en tan sólo cinco países del mundos: India, China, Pakistán, Bangladesh y Uzbekistán.
Los métodos de esclavitud son la trata de seres humanos, los trabajos forzosos, la servidumbre por causa de deudas, los matrimonios forzados y la servidumbre o la explotación sexual.

La esclavitud está abolida, pero la explotación moderna de seres humanos se estima que supera en cuatro veces el número de africanos que se vendieron a América durante los cuatro siglos que perduró el mercado de esclavos a través del Atlántico.
El director de Walk Free Foundation, Andrew Forrest, ha instado a las 10 principales economías del mundo a impulsar legislaciones para garantizar que todas las organizaciones rinden cuentas ante posibles casos de esclavitud moderna en sus cadenas de suministro para poder acabar con esta lacra.