Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática que, según Carmen Calvo, busca «encontrarnos con la verdad, la justicia, la dignificación de las víctimas, el perdón y la convivencia de los españoles».

La vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha destacado dos grandes objetivos del nuevo texto: la defensa y el conocimiento de la historia democrática de España y el reconocimiento, la reparación, la dignidad y la justicia para las víctimas de la dictadura y la represión.

En caso de que este anteproyecto sea aprobado por el Congreso de los Diputados se retirarán los títulos nobiliarios concedidos durante el Franquismo a 32 de los 37 nobles que los poseen.

Según la vicepresidenta Calvo, podrán seguir ostentando sus títulos los cinco nobles cuyos títulos nobiliarios están vinculados a rangos intelectuales, científicos o académicos y se retirarán los concedidos a “personas imprescindibles en el golpe de Estado, la llegada de la dictadura y la represión”.

El nieto del inventor Juan de la Cierva, Jaime de la Cierva Alvar, podrá solicitar ser el tercer Conde de la Cierva, al haber fallecido su antecesor y si la Ley de Memoria Democrática lo permite. También los herederos de la hija del ilustre médico y Nobel Santiago Ramón y Cajal, María Ramón y Cajal Conejero, podrán pedir la concesión del Marquesado de Ramón y Cajal.

El heredero del literato español, Ramiro de Maeztu y Manso de Zúñiga, podrá seguir siendo Conde de Maeztu al igual que José Antonio Torroja Cavanillas conservará su título de segundo Marqués de Torroja.

Asimimo, Jorge Arruga Ginebreda, descendiente de unos reputados oftalmólogos catalanes, también podrá pedir ser Conde de Arruga, aunque todavía no ha iniciado los trámites de sucesión del título.

Tras haber ganado la Guerra Civil española, Franco quiso agradecer sus hazañas a los altos mandos del Ejército y concedió hasta 17 títulos nobiliarios durante los casi 40 años que gobernó.

Entre ellos se encuentra Emilio Mola y Pérez de Laborda, tercer Duque de Mola y nieto del general Emilio Mola, uno de los mandos clave en el golpe de Estado de 1936.

También se encuentran en la lista de los descendientes de nobles militares: Juan Yagüe y Martínez del Campo como segundo Marqués de San Leonardo de Yagüe; Juan Antonio Suanzes y de Abrisqueta, Marqués de Suanzes; Luis Carrero-Blanco y Pichot, segundo Duque de Carrero Blanco; Gonzalo Queipo de Llano y Mancos, director de la Fundación Proinfancia Gonzalo Queipo de Llano y Marqués de Queipo de Llano y Juan Ramón Vigón García, tercer Marqués de Vigón.

Otros ejemplos son: Francisco García-Escámez Pablos (Marqués de Somosierra), Ramón Ignacio Dávila Casas (tercer Marqués de Dávila), María José García-Morato y Gálvez (segunda Condesa del Jarama), Francisco Moreno de Alborán y Vierna (tercer Marqués de Alborán), María Luisa Saliquet Balbás (segunda Marquesa de Saliquet), José Enrique Varela y Urquijo (tercer Marqués de Varela de San Fernando), Pascual Cervera y Burgos (cuarto Marqués de Casa Cervera), Alfredo Kindelán y Camp (tercer Marqués de Kindelán), Francisco José Martín-Moreno Carnero (tercer Conde de Martín-Moreno) e Isabel Jaraiz García-Pallasar (tercera Condesa de Pallasar).

El dictador también concedió hasta nueve títulos nobiliarios a personalidades de la política, que han sido heredados. Entre ellos se encuentran: Fernando Primo de Rivera, sobrino nieto de José Antonio Primo de Rivera y que ostenta el Ducado de Primo de Rivera; Pelayo Primo de Rivera, bisnieto del dictador Miguel Primo de Rivera y actual Conde del Castillo de la Mota y José Calvo Sotelo y Olry de Labry, nieto del ministro de Hacienda de la dictadura de Primo de Rivera y que ocupa el Ducado de Calvo Sotelo.

Otros hijos y nietos de políticos condecorados por Franco son: Joaquín Bau Miquel (tercer conde de Bau), María de las Mercedes Redondo y Sanz Bachiller (segunda Condesa de Labajos), Víctor Pradera Gómez (tercer Conde de Pradera), Joaquín Benjumea Alarcón (cuarto Conde de Benjumea) y Francisco Javier Bermejillo Jentoft (cuarto Marqués de Bilbao Eguía).

Si se aprueba el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, el título de Baronía de Camporredondo quedará vacante tras el fallecimiento de su última titular María Josefa de Larrucea y Samaniego.

Pero el dictador también concedió títulos nobiliarios a cinco dirigentes de las entidades más importantes del momento, cuyos herederos ostentan hoy esos títulos: José María Arias Mosquera, último presidente del Banco Pastor y tercer Conde de Fenosa; Santiago de Ybarra y Churruca, presidente de honor del grupo Vocento y Conde de El Abra; Patricio Echeverría y Ezcurdia, Conde de Echeverría de Legazpia y María Victoria de Aznar y Arteche, Condesa de Arteche.

Por otra parte, Franco sólo dio a un clérigo el título de noble. A Juan Bautista Tedeschini y Danieli le otorgó el Marquesado de Santa María de la Almudena, pero al fallecer sin descendencia nadie heredó el título y es posible que nadie lo ostente de nuevo.

La norma que arranca ahora su tramitación avanza en la senda que ya abrió la ley de memoria histórica aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y, en el caso de salir adelante, muchos nobles pasarían a ser plebeyos.

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