La sanidad pública en España ha sufrido un deterioro progresivo en los últimos años, especialmente desde la crisis económica de 2008, agravado aún más por la pandemia de COVID-19 en 2020. Esta situación ha llevado a una saturación de los profesionales de la salud, una atención primaria incapaz de atender a los pacientes y unas listas de espera cada vez más largas.
De acuerdo con una encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es, el 74% de los ciudadanos cree que la atención sanitaria pública ha empeorado en los últimos cinco años. Esta opinión es transversal, afectando a todas las edades, sexos, situaciones laborales e incluso a aquellos que tienen seguro privado.
Incluso entre los votantes del Partido Popular, que son los que menos perciben el deterioro del sistema, más del 60% piensan que la atención sanitaria es ahora peor que antes. Solo el 15,3% de los encuestados cree que la atención sanitaria ha mejorado, y solo el 8,6% piensa que se ha mantenido igual.

Además, los resultados de la encuesta muestran que los votantes de todos los partidos políticos, incluyendo Unidas Podemos, PSOE, Vox, Ciudadanos y el Partido Popular, tienen una percepción generalizada de que la calidad de la atención sanitaria pública ha disminuido.
Unidas Podemos y PSOE son quienes muestran un mayor porcentaje de descontento con la atención sanitaria: un 84% los primeros y un 78,6% los segundos. El 71,8% de los votantes de Vox, el 69% de los de Ciudadanos y más del 60% de los del PP creen que la sanidad ha empeorado.
El aumento de las pólizas de seguro privado en la última década también refleja el deterioro de la atención pública, lo que significa que incluso aquellos que acuden regularmente a la atención médica privada son conscientes del empeoramiento del sistema público.
Las protestas y huelgas de los profesionales sanitarios también son indicativas de la crisis del sistema público de salud en España. Los profesionales han denunciado las malas condiciones laborales que repercuten en la calidad de la atención, las largas listas de espera y la falta de tiempo para atender adecuadamente a los pacientes en más de media docena de comunidades autónomas.
La atención primaria es una de las áreas más afectadas, y según datos del CIS, solo el 30% de los pacientes que necesitaron una cita con su médico de familia fueron atendidos en menos de tres días en 2022, el 36,5% tuvo que esperar entre tres y siete días, y uno de cada cuatro vieron retrasada su atención durante más de una semana.
Estos datos son muy preocupantes si se comparan con las respuestas de los ciudadanos en 2019, donde más de la mitad de los pacientes conseguían una cita en los primeros tres días y menos de uno de cada diez tenía que esperar más de una semana.
El aumento del uso de seguros privados en España puede ser una señal del empeoramiento de la red sanitaria pública. Esto puede crear una brecha en el acceso al derecho a la salud, ya que sólo aquellos que pueden permitírselo tienen acceso a una atención médica más rápida y eficiente.
Según los datos del sector asegurador, el número de pólizas de seguros privados ha aumentado en un 32% en la última década. En 2011, había 8,7 millones de personas que utilizaban servicios privados de salud, mientras que en 2021 eran más de 11,5 millones, lo que significa que uno de cada cuatro ciudadanos busca un respaldo fuera del Sistema Nacional de Salud.
Este aumento de la demanda de servicios privados de salud también puede deberse a las largas listas de espera para ver a un médico de cabecera o a un especialista, así como a la falta de personal médico en los centros de salud públicos. En consecuencia, los servicios de urgencias hospitalarias también han sufrido un aumento en su carga asistencial.
La situación de descontento se traduce en que una mayoría de la población está de acuerdo en pagar más impuestos si eso ayuda a mejorar la atención sanitaria. Sin embargo, los porcentajes se reducen y aparecen diferencias entre los votantes de diferentes partidos.
Según una encuesta de Simple Lógica, el 54,6% de la población está a favor de pagar más impuestos, el 43,6% está en contra y un 1,8% no tiene clara su posición. Los votantes de Unidas Podemos son los que más están a favor de pagar más impuestos (82,7%), seguidos por los del PSOE (68,5%). En la derecha, el apoyo va del 51% entre los votantes de Ciudadanos al 39% del PP, y cae drásticamente en el caso de Vox. Solo uno de cada cinco votantes de la extrema derecha está de acuerdo en pagar más impuestos a cambio de una mejor atención sanitaria.
En cuanto a las edades, el compromiso varía del 50% entre los de 35 a 44 años al casi 59% en el último tramo de la edad laboral, entre los de 55 y 64 años. Los porcentajes se estrechan de nuevo entre aquellos que tienen un seguro privado y aquellos que no lo tienen. Ambos sectores están mayoritariamente a favor de pagar más impuestos, con menos de tres puntos de diferencia.