Shahpari Azam Zanganeh, tercera mujer de Adnan Khashoggi, traficante de armas saudí y amigo de Juan Carlos I, era llamada a declarar en 2019 en relación al caso de las comisiones ilegales cobradas en la construcción del AVE a La Meca. Según la documentación que entregó sobre su papel en el proyecto, Zanganeh había pactado cobrar un 2% del importe total de la obra, que ascendía a 134 millones de euros, en el caso de que el proyecto se le adjudicase a España.
Según informa El Confidencial, la Fiscalía Anticorrupción sospecha que los fondos abonados por el consorcio de empresas españolas a Zanganeh fueron utilizados para sobornar a las autoridades y funcionarios de Riad que les adjudicaron el proyecto por 6.736 millones de euros en 2011.
Las averiguaciones de la Fiscalía han puesto en el punto de mira a las empresas que supuestamente utilizó Zanganeh como proveedores para sus gestiones de intermediación ante la Casa Real saudí y en las que acabó una parte significativa de esas comisiones.
Todo comenzaba con la difusión de las denominadas “cintas de Corinna” grabadas por el excomisario José Manuel Villarejo en las que Corinna zu Sayn-Wittgenstein, realacionada con el Rey emérito, aseguraba que el monarca trató de cobrar una comisión millonaria en el mega-proyecto del AVE a LA Meca. Según Corinna, toda la labor de mediación entre el grupo de compañías españolas y Arabia Saudí recayó en madame Zanganeh.
El conocimiento público de esos audios precipitó que el juez de la Audiencia Nacional que investigaba el “caso Tándem” abriera una nueva pieza separada para investigar el proyecto de Villarejo y Corinna. La pieza fue archivada ya que la Fiscalía concluyó que en la fecha en que sucedieron los hechos Juan Carlos I era inviolable y, por tanto, no podría ser investigado.
Pero el Ministerio Público decidió utilizar las grabaciones para abrir otras diligencias que se centraran exclusivamente en el destino de las cantidades abonadas a Zanganeh por las empresas españolas. Dichas diligencias serían llevadas a cabo por un fiscal diferente al del “caso Tándem”.
Zanganeh defendió que toda su labor había sido legal y afirmó que podía demostrar con facturas que gran parte de los fondos que había recibido del consorcio habían ido destinados a pagar a proveedores saudíes que habían colaborado en la consecución del proyecto.
Al mismo tiempo, el Ministerio Público tomaba declaración a Corinna para ver si se reafirmaba en las acusaciones de las grabaciones de Villarejo y por si podía facilitar más detalles que ayudasen a esclarecer el caso. Corinna sostuvo en el interrogatorio que tenía una vaga idea de lo que había ocurrido con el AVE a La Meca y se retractó de la mayoría de sus imputaciones.
A pesar de todo, el caso ha seguido avanzando gracias a los documentos aportados por Zanganeh y la Fiscalía Anticorrupción continúa tirando del hilo.