La última voluntad del senegalés Ablaye Mboup, de 60 años, que está ingresado en el Hospital Costa del Sol de Marbella, se ha terminado por cumplir. Desde la mañana de este lunes, su hijo mayor Cheikh, de 35 años, lo acompaña en la habitación del hospital donde Ablaye atraviesa el tramo final de la hipertensión arterial pulmonar que padece, una enfermedad rara que, en casos como el suyo, desemboca inevitablemente en la muerte.

Aunque durante los últimos diez años ha recibido tratamiento médico, la enfermedad ha progresado y los médicos creen que a Ablaye, que está encamado, le queda poco tiempo de vida, apenas unas semanas.

Tras varios meses de gestiones con distintas administraciones, finalmente el Consulado de España en Dakar facilitó hace unos días a Cheikh un visado de tres meses para viajar a España y poder acompañar a su padre sus últimos días de vida.

Ablaye, el enfermo terminal ingresado en Marbella, cumple su último deseo antes de morir / Imagen: Diario SUR
Ablaye, el enfermo terminal ingresado en Marbella, cumple su último deseo antes de morir / Imagen: Diario SUR

Su cardiólogo, Rafael Bravo, recurrió a los medios, en concreto a diario SUR, para dar a conocer el caso de Ablaye para que al menos pudiera tener una muerte digna, iniciando así una ola de solidaridad.

Un enfermero del hospital, Pablo Guardardo, subió una petición a la plataforma change.org y en solo unos días consiguió 60.000 firmas para apoyar a Ablaye y que pudiera cumplir su última voluntad, que se vio retrasada por la burocracia.

Sin embargo, la difusión de su caso permitió que se agilizaran los trámites y que el hijo pudiera obtener un visado para cuidar de su padre.

La Asociación Nacional de Hipertensión Pulmonar envió una carta a la reina el martes 8 de noviembre. “Nos ponemos en contacto con Su Majestad para solicitar su interpelación ante una situación límite y humanitaria. Los plazos burocráticos no deberían anteponerse a razones y causas humanitarias, y más si son relacionadas con el proceso del final de la vida. Sabemos de la implicación de Su Majestad con las causas humanitarias y la estrecha vinculación con las enfermedades raras, por lo que recurrimos desesperadamente a su apelación como última opción de poder ofrecerle a Ablaye una muerte humanizada al lado de su hijo”.

El gran temor de Ablaye era fallecer sin un ser querido junto a él. Ahora lo podrá hacer agarrado de la mano de su hijo. “Mi hijo ya está aquí. Ahora ya sí me marcharé tranquilo. Sólo quería morir agarrado de la mano de Cheikh”, ha señalado.

“Llevábamos desde enero de 2020 sin estar juntos. Es triste reencontrarnos para yo morir, pero la vida es así. Ha valido la pena aguantar”, ha añadido.

En un tuit el delegado territorial de Salud y Familias en Málaga, Carlos Bautista, ha afirmado: “Cheikh, el hijo de Mboup Ablaye, ya acompaña a su padre. Nunca se puede perder la esperanza, y al final entre muchos se ha logrado humanizar nuestro esfuerzo”.

 

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