El líder de Vox, Santiago Abascal, calificó en el libro Santiago Abascal. España vertebrada (Planeta) del periodista Fernando Sánchez Dragó, el golpe de Estado de 1936 como “un movimiento cívico militar. En él no intervino todo el Ejército, sino sólo una parte. Tenía que ser así. En aquel momento, como dices, la nación estaba partida por la mitad”, en vez de un golpe contra el gobierno democrático de la República.

Poco a poco, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, avanza hacia el negacionismo del golpe de Estado de 1936 que defiende Santiago Abascal. Hace apenas dos semanas, en una intervención en el Congreso, Casado para reivindicar la vigencia de los acuerdos de la Constitución, ha definido la Guerra Civil de una manera que le ha valido las críticas de toda la bancada progresista del Congreso.

«La Guerra Civil fue un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia y nuestra Constitución es el pacto por el cual no puede haber democracia sin ley, ni ley sin democracia», ha dicho el líder del PP. «Los españoles ya dialogamos, ya nos reencontramos, ya hicimos posible la convivencia y la concordia. No hay que volver a hacerlo», ha añadido.

El PP trabaja desde hace tiempo en en una propuesta legislativa para tumbar la ley de Memoria Democrática que aprobó este martes el Consejo de Ministros y que el partido de Casado la ha llamado “de concordia”. Además, ha avanzado que su formación ya tiene redactada la ley de Concordia que sustituirá a la actual de Memoria Histórica o la de Memoria Democrática, de llegar su formación a la Moncloa.

Casado ha explicado que la ley popular de Concordia es una ley “muy completa” que aborda la convivencia en “positivo” y que formará parte de las medidas que el PP tiene previsto aprobar de urgencia de llegar al Gobierno para “desfibrilar a España”. Según Casado, desde 1975 los Gobiernos han destinado 16.000 millones de euros a las familias republicanas, algo que quedaría reflejado en esta ley pretendida por los populares.

El acercamiento del PP al negacionismo sobre la Guerra Civil que defiende Vox
El acercamiento del PP al negacionismo sobre la Guerra Civil que defiende Vox

Ese lunes, Casado elogió una intervención del exministro de UCD y cofundador de Vox Ignacio Camuñas en la que señaló que “si hay un responsable directo de la Guerra Civil es el Gobierno de la República. “Y un golpe de Estado no es lo que ocurrió en 1936”, añadió ante el silencio de Casado.

Según el exministro, “fue un enfrentamiento brutal de dos sectores de los españoles y se saldó con los daños propios de los que es una guerra civil”. “Es mejor olvidar y no seguir hurgando y decir poco menos que la derecha es la culpable”.

Camuñas ha llamado a “responder a la izquierda”: “Si hubo guerra civil es porque ustedes lo hicieron muy mal y la República fue un fracaso que nos llevó al enfrentamiento entre los españoles. Es mejor que olvidemos o que lo dejemos en el terreno de los historiadores”.

Este martes, por parte del PP solo tomó la palabra la portavoz en el Congreso Cuca Gamarra quien evitó desautorizar a Camuñas y aseguró que la posición de su partido sobre este asunto sigue siendo que “condena la Guerra Civil”. Gamarra no pronunció ni una palabra sobre el golpe de Estado, por lo que las dudas empiezan a acumularse sobre la opinión que el principal partido de la oposición tiene sobre lo que ocurrió el 18 de julio de 1936.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso se remitió a la resolución que aprobó en 2002 el Congreso por unanimidad, de la que “el PP no se ha movido ni un ápice” señaló. Casado “siempre ha sido muy claro y muy rotundo en relación a la Guerra Civil”, zanjó.

La resolución del Congreso a la que hizo alusión Gamarra en ningún momento resuelve la cuestión de quién provocó la Guerra Civil. Tal y como recoge infoLibre, en el primer párrafo dice que “nadie puede sentirse legitimado, como ocurrió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y a la dignidad de todos los ciudadanos, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad democrática”.

En el segundo, el Congreso declara que “resulta conveniente para nuestra convivencia democrática mantener el espíritu de concordia y de reconciliación que presidió la elaboración de la Constitución de 1978 y que facilitó el tránsito pacífico de la dictadura a la democracia”.

En el tercero, la Cámara Baja reafirmaba por unanimidad “el deber de nuestra sociedad democrática de proceder al reconocimiento moral de todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de la guerra civil española, así como de cuantos padecieron más tarde la represión de la dictadura franquista”. E instaba “a que cualquier iniciativa promovida por las familias de los afectados que se lleve a cabo en tal sentido, sobre todo en el ámbito local, reciba el apoyo de las instituciones evitando, en todo caso, que sirva para reavivar viejas heridas o remover el rescoldo de la confrontación civil”.

El último párrafo, el cual el PP cita como referencia, “insta al Gobierno para que desarrolle, de manera urgente, una política integral de reconocimiento y de acción protectora económica y social de los exiliados de la guerra civil, así como de los llamados niños de la guerra, que incluya la recuperación, en su caso, de la nacionalidad española, y su extensión a sus descendientes directos, con reconocimiento del derecho de voto”.

“Nada queda en la sociedad española del endémico enfrentamiento civil porque, consciente y deliberadamente, se quiso pasar página para no revivir viejos rencores, resucitar odios o alentar deseos de revancha”, destaca la exposición de motivos de la resolución de 2002.

Los organizadores del acto de este lunes convocado este lunes por la fundación del PP Concordia y Libertad, eligieron a Camuñas y al exministro Rafael Arias Salgado para acompañar a Casado en un coloquio sobre patriotismo. Allí, Arias Salgado dijo que la memoria democrática “no es un mecanismo para superar la Guerra Civil” sino que su objetivo es en realidad “deslegitimar el pacto constitucional”, una afirmación con la que Casado se mostró visiblemente de acuerdo.
El PSOE trata enlazar la legitimidad democrática directamente con la República, desligándola de la Constitución de 1978. Arias Salgado señaló que “el consenso constitucional se ha roto” y que si Sánchez gana las próximas elecciones, “el pacto constitucional del 78 se va a quedar en agua de borrajas”. “Va a quedar totalmente desnaturalizado”. “Hay un proceso de cambio de régimen”, zanjó en la mmisma línea que llevan defendiendo Casado y Abascal desde hace meses.

Además, el exministro de José María Aznar, aseguró que si Casado gana las próximas elecciones la izquierda no va a aceptar el resultado y va a llevar a cabo acciones para hacer imposible la acción de gobierno.

Varios periodistas preguntaron al portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, si estaba de acuerdo con que la Guerra Civil no la provocó un golpe de Estado. “En los temas de historia no vamos a entrar, no vamos a ponernos a juzgar”, respondió esquivando la pregunta.

Fuente: infoLibre

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