Por J.C.
Ahed Tamimi, de 16 años de edad, se ha convertido en un icono de la resistencia palestina por enfrentarse (desde que era una niña de once años) a los soldados israelíes. En el mundo árabe no dejan de circular videos en los que se ve a la heroína abofeteando a los militares y exigiéndoles que abandonen los territorios ocupados, incluyendo Jerusalén Este.

Ahed Tamimi desde los once años se enfrenta a los soldados israelíes

La adolescente, que fue detenida a mediados de diciembre en su pueblo Nabi Saleh (Cisjordania) por incitar a la rebelión, entre otros cargos, fue condenada hoy, miércoles, por un juez militar israelí a permanecer en prisión “otros cuatro días”.

Según informó Unadikun, la chica permanece incomunicada en una celda y con las manos y los pies atados.

En las redes sociales del vasto territorio del Islam (donde viven más de 1.500 millones de musulmanes) se multiplican las voces que dicen que “ella vale más que mil hombres”, según informan los medios de comunicación de Oriente y Occidente.

Esta adolescente, que parece no conocer la palabra miedo (y que ignora, al convertirse en guerrillera, el velo islámico y las prendas de la represión religiosa) es hija de dos conocidos dirigentes de la resistencia palestina.

Para los palestinos, que ven en ella “su última esperanza”, Ahed Tamimi es considerada como una segunda Juana de Arco.

Quizás tenga razón la socióloga y pensadora marroquí Fatima Mernissi (1940-2015) cuando dice en su obra “El Miedo a la modernidad: Islam y democracia” (Ediciones Oriente y Mediterráneo, 1992) que “el cambio a la modernidad (en el mundo árabe) lo van a liderar las mujeres”.

¿Por qué, me preguntaréis, van a ser las mujeres esa audaz vanguardia? A lo que ella misma (feminista y uno de los grandes referentes intelectuales del mundo árabe) contesta así:

Porque no tenemos nada que perder más que nuestros miedos, nuestras máscaras y todas las mutilaciones que acompañan a la segregación y al encierro (1).

El mundo, por alguna extraña razón, tiende a restablecer el equilibrio.

Mientras en la Casa Blanca gruñe un monstruo, en la Palestina (de los antiguos filisteos) al lado de “las tropas vencidas” se ha alzado un ángel que sueña con que su territorio ocupado “se convierta en Patria”. Tal vez ella valga más que un millón de hombres.

-1-Esa cita la incluyo -por su innegable transcendencia- en mi ensayo “El Profeta y Darwin ¿Alianza o choque de Civilizaciones?” (Ed. Redactum 2015). La revolución de la mujer ha sido la más importante que ha habido desde el origen de la civilización.

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