Save the Children alerta de que al menos 193 niños y niñas han muerto por el cólera en los primeros seis meses del año. La organización denuncia que en la primera mitad de 2019 se ha disparado el número de casos relacionados con la enfermedad, entre los que destacan los 203.000 casos de menores de 15 años. Asimismo, señala que la tasa de mortalidad se ha duplicado: el número de personas que han muerto en los últimos seis meses es nueve veces mayor que en el mismo período del año pasado.

La advertencia de la ONG coincide con la temporada de lluvias, un momento crítico en el que es probable que se produzca una escalada en el brote: ya hay inundaciones y la llegada de más lluvias amenaza con intensificar la propagación de la enfermedad a través del agua.

El conflicto en Yemen, que dura ya más de cuatro años, ha inutilizado gran parte de la infraestructura de agua potable y saneamiento, dejando a unos 9,2 millones de niños y niñas sin acceso a agua potable. Además, la disponibilidad de combustible no está garantizada en estos momentos, lo que limita el bombeo de las aguas residuales y la recogida de basuras: un caldo de cultivo para enfermedades infecciosas transmitidas por el agua como el cólera.

Los niños y niñas que sufren desnutrición son más vulnerables a enfermedades como el cólera, debido a su débil sistema inmunológico. Concretamente, tienen tres veces más probabilidades de morir si contraen la enfermedad. Save the Children recuerda que hay aproximadamente 14 millones de personas al borde de la inanición, muchos de ellos niños y niñas. Desde 2015, 85.000 niños y niñas han muerto por falta de alimentos.

“La batalla contra el cólera en Yemen está lejos de terminar”, explica Tamer Kirolos, director de Save the Children en Yemen. “El número de casos ha ido en aumento por a las lluvias e inundaciones y los brotes de enfermedades abundan por el colapso del sistema de salud y una población cada vez más vulnerable por el desplazamiento forzado y la desnutrición. El sistema de salud se encuentra bajo una presión enorme, ya que solo la mitad de los centros funcionan”, añade.

“Por culpa del conflicto, los sistemas de agua potable siguen estropeándose y la financiación de la ayuda humanitaria en Yemen sigue siendo demasiado baja. Es muy complicado, pero hacemos todo lo que está en nuestras manos por proteger a los niños y niñas», concluye Kirolos.

Save the Children está proporcionando dispositivos de rehidratación oral y atención primaria a la población en los centros de salud de los distritos a los que se puede acceder en Yemen. Además, ejecuta programas de purificación del agua y cursos de concienciación para la prevención de enfermedades en las comunidades. Sin embargo, la organización insiste en que solo el fin de la guerra puede proteger a la infancia del cólera generalizado.

La ONG insiste en reconstruir el sistema de salud para no perder aún más personas debido a enfermedades prevenibles como el cólera. Asimismo, solicita a las autoridades de Yemen que garanticen el pago regular y completo de los salarios de los funcionarios públicos, en particular a los médicos y maestros, y que equipen a los centros de salud con el personal y material necesario para poder atender a la población.

Save the Children hace un llamamiento a las partes en conflicto en Yemen para que reanuden la implementación del Acuerdo de Estocolmo y trabajen por una paz duradera. También exige a todas las partes en el conflicto que cumplan con sus obligaciones conforme al derecho internacional y tomen medidas para garantizar que la población civil, incluidos los niños y las niñas, estén protegidos. Por último, pide a los países que todavía venden armas a la coalición liderada por Arabia Saudí que cesen inmediatamente de hacerlo. España sigue siendo uno de ellos. 

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