Los bancos españoles, al unísono, se suman a las grandes eléctricas y sacan la artillería contra el nuevo gravamen temporal que PSOE y Unidas Podemos registraron en el Congreso y que la próxima semana inicia su tramitación.
La banca, según noticia La Vanguardia, está dispuesta a dar la batalla en los tribunales en el momento en el que tienen que realizar su primer pago, de 1.750 millones, previsto para febrero.
De este modo se extrapola que estos están buscando razones para tumbar el gravamen del 4,8%, que se calculará sobre el margen de intereses y comisiones.
Las entidades en bloque consideran que la nueva prestación “gravaría algo que ya está sujeto a gravamen en el impuesto de sociedades” y que no es legal.
La banca calcula que el nuevo impuesto podría reducir en 50.000 millones el crédito, lo que representa el 4,1% del total de stock al sector privado; que habrá un impacto contraproducente en el PIB y que se podrían perder entre 25.000 y 35.000 empleos.
A lo largo del extenso argumentario adelantado por ABC la banca explica, además, que el nuevo gravamen supone una “desventaja para el sector financiero español” al recaer únicamente sobre entidades cuya suma de ingresos por intereses y comisiones en el 2019 sea igual o superior a 800 millones.
De este modo, se premonizan semanas de tensiones entre el sector bancario y el ejecutivo, que ya se ha mostrado contundente ante la deriva reaccionaria.
Feijóo critica el nuevo impuesto a la banca porque no lo tiene nadie en Europa. Existe en Francia, Portugal, Austria, Bélgica, Hungría o Grecia
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, criticaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en relación al impuesto a la banca, de que todos saben que esas medidas, porque «siempre acaban pagándolas los ciudadanos».
El líder nacional del PP fue por la reunión del Gobierno con representantes de las entidades financieras en un acto público en Benidorm (Alicante).
Feijoó afirmaba que la idea de Sánchez sobre el impuesto a la banca no existe en Europa y que va «en contra» de los propios ciudadanos: «Es una política económica en contra de los ciudadanos españoles, que todos, de una forma directa o indirecta, tenemos una relación con los bancos. Es un impuesto que no se está poniendo en el resto de la banca europea y es un impuesto que el BCE ha alertado sobre la posible contracción del crédito y sobre el posible enfriamiento de la economía», expuso.
Sin embargo, desde la Cadena Ser apresuraron a demostrar la mentira: «Esa afirmación del líder del PP no es correcta. Feijóo dice que no existe ningún país en Europa que cuente con un impuesto como el que pretende aprobar el Gobierno, pero no es así».
«España está trabajando sobre un modelo, que es el modelo francés. Francia tiene un impuesto similar para la banca desde el año 2011 y ese modelo es el que se está intentando copiar y replicar aquí», explicaban.
«Es un impuesto relativamente nuevo en Francia, que se impulsó en plena recuperación de la pasada crisis financiera y fue impulsado por Christine Lagarde, entonces ministra de Economía de Francia. Básicamente grava a los bancos por su volumen y por sus salarios. Es decir, por un lado establece esta tasa en función del capital que tienen los bancos para ser solventes y, por otro lado, en función del volumen total de salarios que la entidad paga cada año y que sirven para medir su actividad. Es un impuesto simbólico del 0,06% y no genera grandes beneficios para el Estado, pero es la forma de Francia de tratar de demostrar que hay un poco de ‘justicia social’», añadían.
«Los gobiernos que tienen este impuesto reconocen que esto no quiebra a la banca ni pone en riesgo su solvencia. Y es que no es solamente Francia la que tiene un impuesto de este estilo. Austria tiene el mismo gravamen desde el año 2011 y grava los activos, inversiones y depósitos allí. Portugal lo tiene con un 0,1% de los beneficios. Bélgica también cuenta con él desde el año 2012 y allí se tasa tamaño, posición de riesgo e inversión de la banca. Hungría lo tiene desde 2010 con volumen de crédito interbancario. Hay un caso excepcional que es Grecia, quien tiene este gravamen desde el año 1975», concluyeron.
Vamos a ver, este Feijoo no tiene credibilidad cuando habla, dice siempre lo que le viene en gana sin tener información previa.
Demuestra claramente que el PP no tiene programa ni argumentos para gobernar, quieren seguir con su rollo de siempre.