«Si Facebook hubiera existido en la década de 1930, a Hitler se le habría permitido publicar anuncios contra los judíos». La frase la pronunciaba el actor Sacha Baron Cohen hace ya un año, en noviembre del 2019, pero ha vuelto a hacerse viral ya que lejos de cambiar la situación, ha empeorado.
Caron Cohen, famoso por películas como Brüno, Borat o El Dictador, criticaba abiertamente a Mark Zuckerberg por no verificar los anuncios políticos de su plataforma a la vez que aseguraba que las compañías tecnológicas son «la mejor máquina de propaganda para el odio».
Este discurso fue realizado por el actor al ser el encargado de pronunciar el discurso de apertura de la gala de la Liga Anti-Difamación, celebrada en Nueva York. Baron Cohen aprovechó su intervención para señalar al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, y a los jefes de otros gigantes tecnológicos, incluidos Twitter, YouTube y Google.
Cohen sostenía entonces que Zuckerberg ha permitido a los grupos de odio moverse a través de esta plataforma para difundir propaganda que ha provocado un aumento de la violencia y un crecimiento exponencial de la extrema derecha.
Por ello hizo un llamamiento a las compañías tecnológicas para que eliminen a los supremacistas blancos y las noticias falsas y exigió que los gobiernos tomen medidas para regular a las compañías tecnológicas y evitar que difundan la desinformación.
Además de criticar a Zuckerberg, Baron Cohen tuvo duras palabras para otros cinco ejecutivos de tecnología, a quienes denominó colectivamente como «los Silicon Six», un grupo que incluye al CEO de Google, Sundar Pichai; a los cofundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin; a la CEO de YouTube, Susan Wojcicki; y al CEO de Twitter, Jack Dorsey.
«Los Silicon Six, todos multimillonarios, todos estadounidenses, se preocupan más por aumentar el precio de sus acciones que por proteger la democracia», dijo Cohen. «Este es el imperialismo ideológico: seis individuos no electos en Silicon Valley que imponen su visión al resto del mundo, no rinden cuentas ante ningún gobierno y actúan como si estuvieran fuera del alcance de la ley. Es como si viviéramos en el Imperio Romano y Mark Zuckerberg fuera el César», dijo. Y luego en tono de broma añadió: «Al menos eso explicaría su corte de pelo».
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