La Comisión de Medio Ambiente de la región de Biobío rechaza la actividad extractiva de la empresa Aclara en los alrededores de la ciudad chilena de Penco.
El Consejo Regional ha informado a través de su responsable Rodrigo Vera que bajo la Ley 19.300 de bases generales de medio ambiente, la propuesta minera ha sido rechazada de manera unánime por su fuerte impacto ambiental.
Según ha explicado el responsable político, el sistema de suministro de agua industrial procedente de depuradora conllevaría unos hechos “de absoluta gravedad ambiental” más allá de “los malos olores” que tendrá que soportar la ciudadanía al estar el sistema en funcionamiento durante los 365 días del año 24 horas al día.
Para el responsable regional no se puede convertir a Penco “en zona de sacrificio”, reafirmando de este modo la votación municipal organizada en 2022 para valorar la conveniencia del proyecto en las cercanías del casco urbano, que se saldó con un 99% de rechazo a la apertura de la mina.
Este iniciativa se celebró por parte de las autoridades tras la lucha social que desde el año 2014 se desarrolla en esta región chilena contra los intentos de la empresa Aclara -anteriormente denominada Biolantánidos- de iniciar la actividad de extracción y procesamiento de tierras raras.
RECHAZO INTERNACIONAL A LA MINERÍA DE TIERRAS RARAS
La situación de Chile no es nueva porque polémicos proyectos de minería de tierras raras en otros países como España o Dinamarca también han obtenido una contundente negativa social y administrativa.
En 2017, la Junta de Castilla-La Mancha denegó la autorización ambiental al proyecto de la mercantil Quantum Minería y a las pretensiones de su responsable Enrique Burkhalter Thiebault para extraer tierras raras en la provincia de Ciudad Real ante el riesgo para la biodiversidad y la falta de recursos hídricos.
El plan de Quantum Minería S.L. pretendía instalar el proyecto en un corredor ecológico, entre una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de aves esteparias y otra de paso del lince ibérico, en un área que cuenta con la presencia de especies protegidas como el águila imperial, el sisón y el milano real.
La lucha social contra el proyecto minero, canalizado por la Plataforma Sí a la Tierra Viva, consiguó la presentación de más de 14.000 alegaciones al mismo. “La preocupación en relación al agua y el medio ambiente, así como la sensibilidad de la ciudadanía a los efectos negativos sobre la salud pública y la economía comarcal han motivado la firma masiva de alegaciones, lanzando así un mensaje claro de oposición a unos proyectos extractivos que no gozan de garantía de sostenibilidad”, explicó entonces el colectivo.
Más allá de España en 2022 el territorio autónomo de Groenlandia (Dinamarca) también cerró las puertas a Greenland Minerals Ltd., minera australiana sostenida por la china Shenghe Resources. En este caso fue la reacción social de uno de los asentamientos más grandes del sur de la isla, Narsaq, para derrotar al proyecto minero Kvanefjeld, que pretendía explotar tierras raras en una mena asociada a minerales radiactivos como el torio y el uranio, que la normativa prohíbe explotar en concentraciones superiores a 100 partes por millón.
Para el Ejecutivo autonómico groenlandés, la decisión se alinea con su estrategia de promover a la isla como ambientalmente responsable en un contexto en el que la población residente ya está sufriendo el impacto severo del cambio climático. En este sentido, la minería de tierras raras planteó a sus responsables políticos serias preocupaciones ambientales porque la extracción de estos minerales puede generar residuos de alta toxicidad y liberar contaminantes al suelo y agua. Groenlandia es conocida por su delicado ecosistema ártico, donde la flora y la fauna se han adaptado a condiciones extremas. Por ello, la posible contaminación y degradación del entorno natural podría tener consecuencias devastadoras para la biodiversidad y la sostenibilidad de la región, perjudicando claramente a sus habitantes.