Joe Biden ha querido estrenar presidencia de los EE.UU. recordando a Trump. De ello se desprende que haya reactivado un centro de detención de menores migrantes en una ciudad en el estado de Texas a pesar de que la medida no coincida con las promesas de campaña.
El centro está ubicado en Carrizo Springs, a unos 50 km del río Grande que separa a EEUU de México. Las instalaciones son herencia de la política migratoria de la administración Trump que mantuvo el centro abierto durante un mes en 2019.
Los menores empiezan a llegar a las instalaciones: unos 700 menores de entre 13 y 17 años. “Docenas de adolescentes migrantes abordaron camionetas el lunes para emprender el viaje por un camino polvoriento hacia un antiguo campamento de trabajadores petroleros, la primera instalación para niños abierta por el gobierno de Biden”, informó el diario estadounidense The Washington Post. Los abogados y defensores de inmigración se preguntan por qué la administración Biden optaría por reabrir una instalación de la era Trump que fue fuente de protestas y controversias. Desde la “ciudad de las tiendas de campaña” en Tornillo, Texas, hasta una extensa instalación con fines de lucro en Homestead, Florida, los albergues de emergencia han sido criticados por defensores de los inmigrantes, abogados y activistas de derechos humanos por sus condiciones, el costo y la falta de transparencia en sus operaciones.
“Es innecesario, costoso y va absolutamente en contra de todo lo que Biden prometió que iba a hacer”, dijo Linda Brandmiller, una abogada de inmigración con sede en San Antonio que representa a menores no acompañados. “Es un paso atrás, es lo que es. Es un gran paso hacia atrás “.
Excusas desde la administración Biden
La excusa la ponen los funcionarios del gobierno, quienes dicen que el campamento es necesario porque las instalaciones para niños migrantes han tenido que reducir la capacidad a casi la mitad debido a la pandemia de coronavirus . Al mismo tiempo, la cantidad de niños no acompañados que cruzan la frontera ha aumentado poco a poco, y enero registró el total más alto, más de 5.700 detenciones, para ese mes en los últimos años.
La decisión no coincide con las promesas de campaña de Biden, que incluían dar marcha atrás a las más severas políticas migratorias del expresidente republicano Trump. El partido demócrata incluso había criticado el centro de detención en Carrizo Spring por las condiciones, falta de transparencia y por el costo que tenía (unos 775 por cada menor de edad ingresado).
Mientras tanto, unos 700 kilómetros al sur de Carrizo Springs, los migrantes en el campamento de Matamoros en el estado mexicano de Tamaulipas podrán ingresar a EEUU para esperar la resolución de las solicitudes de asilo. El proceso de registro comenzó el 19 de febrero de forma virtual, se espera que esta semana sean trasladadas unas 25 personas desde Matamoros. El campamento alberga unas 750 personas desde hace dos años. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) espera llegar a todas las personas que se encuentran en el campamento.