El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que los duros cruces de palabras que tuvo en los últimos días con el jefe de la Cámara baja, Rodrigo Maia, son una «página pasada» y aseguró que ambos trabajarán «juntos por el país».

Bolsonaro comentó el asunto con periodistas después de un acto en el Club del Ejército de Brasilia y aseguró que las discordias que ha mantenido con Maia fueron apenas una «lluvia de verano», a pesar de que la polémica fue alimentada por ambos incluso esta misma semana.

Maia aseguró este miércoles, igual que lo había hecho días atrás, que Bolsonaro debía «asumir el liderazgo» del debate para la aprobación parlamentaria de una polémica reforma del sistema de jubilaciones y llegó a decir que el mandatario estaba «jugando a presidir el país», pero no lo hacía en forma efectiva.

El mandatario respondió que gobernar no es un «juego» y afirmó que Maia está «agobiado» por situaciones «personales», lo que fue interpretado en medios políticos por la reciente detención por asuntos de corrupción del exministro Wellington Moreira Franco, quien es suegro del jefe de la Cámara de Diputados.

La polémica, ventilada tanto por Bolsonaro como por Maia en la prensa, generó preocupaciones en el mercado financiero por su posible impacto en el trámite parlamentario de la impopular reforma del sistema de jubilaciones, que es considerada fundamental para contener un creciente déficit fiscal.

En parte por esa tensión política, la Bolsa de Valores de Sao Paulo cayó en picado en los últimos días y el real se depreció en forma acelerada frente al dólar, lo que fue considerado como una reacción del mercado a posibles demoras en el debate de la reforma.

En ese sentido, Bolsonaro aseguró este jueves que tanto él como Maia están convencidos de que «Brasil está por encima de todo y Dios por encima de todos», una frase que fue su lema durante la campaña que le llevó a ganar las elecciones de octubre del año pasado.

«Página pasada. Un abrazo, Rodrigo Maia», dijo Bolsonaro a los periodistas, sin comentar el hecho de que el presidente de la Cámara de Diputados también había sido invitado a la misma ceremonia y no se presentó.

Maia explicó, por medio de sus asesores, que no compareció porque los responsables de su agenda no le habían informado a tiempo.

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