La Fiscalía de Stuttgart (Alemania) ha impuesto una sanción de 90 millones de euros al gigante alemán de componentes de automóviles y tecnología Robert Bosch GmbH por su participación en el escándalo de las emisiones de gases tóxicos que estalló con Volkswagen en septiembre de 2015 en Estados Unidos. La Fiscalía dice que la compañía ha sido multada por un delito de “incumplimiento negligente de su deber” en sus obligaciones de supervisión.
Según recoge El País, Bosch entregó desde 2008 unos 17 millones de dispositivos técnicos equipados con software de gestión de motores que incluían herramientas que permitieron a los fabricantes de automóviles manipular las emisiones de gases tóxicos. La Fiscalía también señala que Bosch deberá abonar la multa en un plazo de seis semanas, al no apelar, al Estado federado de Baden-Württemberg.
“Los fabricantes de automóviles suministraron las unidades de control instaladas en sus vehículos, obtuvieron las homologaciones oficiales y finalmente las introdujeron en el mercado“, señala la Fiscalía de Stuttgart en un comunicado. “Sin embargo, las estrategias de software inadmisibles llevaron a que los vehículos equipados con ellas emitieran más óxidos de nitrógeno de lo permitido por los requisitos reglamentarios“, añade en la nota.
La Fiscalía también subraya que la iniciativa para la integración y el diseño del software fraudulento provino de trabajadores de los fabricantes de automóviles, una sospecha que le ha obligado a continuar las investigaciones contra los empleados de Bosch.
El escándalo del dieselgate afectó en primer lugar a Volkswagen, que enmascaró la contaminación ilegal en los vehículos con motores diésel.
Volkswagen ha soportado la mayor parte de las penalizaciones y multas por hacer trampas con las emisiones, ya que los fabricantes de automóviles –y no los proveedores de piezas- son los responsables de certificar que los automóviles cumplen con las normas de aire limpio.
La multa que deberá pagar Bosch a causa de su implicación en el dieselgatees considerablemente menor al importe que ha tenido que pagar la marca Volkswagen y sus filiales Audi y Porsche. En el otoño de 2018, la Fiscalía de Braunschweig impuso una multa de 1.000 millones de euros a Volkswagen y poco después la de Múnich multó a Audi con 800 millones. El pasado 7 de mayo, la Fiscalía de Stuttgart sancióno con 535 millones de euros a Porsche.