La Policía Nacional continúa con la investigación para esclarecer la desaparición en 2014 de Sibora, una joven albanesa de 22 años que en ese momento era pareja del detenido en Torremolinos (Málaga) por matar a su actual novia, Paula.

Las autoridades están centrando sus esfuerzos en rastrear el piso en el que convivían ambos en busca de posibles indicios, como el cadáver o restos de ácido que podrían haber sido utilizados para deshacerse de él.

Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, ha revelado que estas acciones se llevan a cabo después de que el detenido hiciera varias declaraciones “de forma espontánea” y no oficial, confesando que habría acabado con la vida de Sibora y posteriormente habría ocultado su cadáver en las paredes del piso que compartían en Torremolinos en 2014, o que habría utilizado ácido.

El caso del asesino de Torremolinos da un giro macabro: confesiones de otro homicidio y el empleo de ácido para deshacerse del cuerpo
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Tras la primera confesión, la policía realizó una entrada en el domicilio con la correspondiente autorización judicial para buscar pruebas de que el cadáver estuviera emparedado, pero esta acción resultó infructuosa, según informó el delegado.

Ahora, las investigaciones se centran en la segunda confesión, lo que ha llevado a la policía a llevar a cabo nuevas tareas de investigación en el mismo domicilio, previa autorización judicial, con el objetivo de encontrar algún producto químico que pueda indicar la existencia de pruebas que conduzcan al esclarecimiento de los hechos y, sobre todo, a la localización del cadáver o de los restos.

Es importante destacar que todas estas declaraciones se han hecho de manera no oficial, es decir, sin la presencia de su abogado ni de la autoridad judicial, y el detenido incluso se ha retractado de lo que dijo inicialmente en declaraciones oficiales y en presencia de su abogado.

El delegado del Gobierno ha dejado claro que la investigación sigue en curso y ha lamentado la forma “reprochable” en la que el sospechoso ha actuado en relación con la desaparición de Sibora, debido al daño emocional tan grande que causa el hecho de plantear este tipo de cuestiones.

La desaparición de Sibora ocurrió en 2014, un caso que nunca se cerró y que volvió a salir a la luz tras la muerte de Paula a manos de su pareja, un hombre de 45 años de origen italiano, quien la apuñaló varias veces hasta acabar con su vida el pasado 17 de mayo en Torremolinos. El presunto asesino huyó, pero fue detenido horas más tarde. Posteriormente, se descubrió que mantenía una relación sentimental con Sibora en el momento en que se perdió su rastro, cuando ambos vivían en un piso en Torremolinos.

El detenido ingresó en prisión provisional, comunicada y sin fianza el pasado sábado por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos, por el presunto asesinato de Paula, y es este mismo juzgado el encargado de investigarlo también en relación con la desaparición de su ex pareja.

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