El Gobierno regional asienta, gracias a los programas de reintroducción y el control de amenazas, la mayor población de Lynx pardinus de su historia con 473 ejemplares.
La Junta de Castilla-la Mancha ha informado del nacimiento en libertad de 208 cachorros de lince ibérico en la comunidad autónoma durante el 2021, “un registro que marca un hito histórico en la conservación de la especie”. Así lo ha destacado el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, durante la suelta de tres ejemplares de este felino en peligro de extinción, que ha tenido lugar a mediados de febrero en el área de reintroducción de Sierra Morena Oriental.
A esta cifra, además, hay que sumar la presencia de 265 ejemplares adultos, lo que el responsable político califica como “una grandísima noticia“. En esta línea, los trabajos de reintroducción continúan, y un año más Castilla-La Mancha forma parte del programa europeo Life ‘Lynx Connect’ junto a Portugal, Andalucía, Extremadura, Murcia, y 21 socios, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 18,7 millones de euros para impulsar diferentes actuaciones de conservación de la especie.
“Afrontamos una nueva etapa mediante la cual queremos seguir dando pasos en firme para la recuperación del lince ibérico enfocándola a su gestión genética y demográfica; y aprovechar que hemos consolidado tres áreas de reintroducción para conexionarlas; a la par seguimos trabajando para disminuir los riesgos y amenazas que acechan a la especie”, ha dicho Escudero.
En este sentido, la minería de tierras raras en una de sus zonas de dispersión, Ciudad Real, hubiera supuesto según los expertos un hándicap para la recuperación de la especie, al utilizarse zonas como la comarca del Campo de Montiel como corredor ecológico y enclave de asentamiento temporal.
Por este motivo, el Ejecutivo de Emiliano García-Page canceló en 2017 el proyecto de la mercantil Quantum Minería, fundamentando su decisión “en los importantes efectos desfavorables que produciría el proyecto sobre las especies y los hábitats de interés comunitario” al afectar no sólo al lince ibérico, sino a otras especies de primer orden como el águila imperial, el sión y el milano real, también incluídas en la lista de especies en peligro, destacando a su vez que “la legislación europea, nacional y autonómica que regula la Red Natura 2000 y la protección de la biodiversidad en general, no permite considerar compatible el proyecto con la conservación de hábitats y especies de interés comunitario, ni con el resto de valores naturales protegidos”.
La medida además obtuvo el respaldo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, justificando la negativa del Gobierno regional que, a su juicio, “con base a los informes técnicos y aplicando el Principio de Precaución” realizó “un completo y exhaustivo estudio de la evaluación de impacto ambiental” del proyecto minero, concluyendo la autoridad judicial que “los informes técnicos justifican de forma razonable y lógica” la afección negativa que la minería de tierras raras hubiera supuesto tanto para la Red Natura 2000 como para las especies que la integran.