Más de 100.000 personas siguen privadas total o parcialmente de sus tierras y medios de vida en Uganda y Tanzania.
281,6 millones de africanos, una quinta parte de la población del continente, padecían hambre en 2020.
Un informe constata en un año 160 vulneraciones de los derechos civiles y políticos, una cada dos días.
No existe justificación para los miles de millones de dólares que salen de África cada año debido a las importaciones de productos lácteos.
La violación de los derechos humanos, que es silenciada y olvidada, tendría que indignar cualquier relación con Marruecos.
El mijo podría ser la gran munición de África para combatir la anemia y aportar otros beneficios para la salud, además de ser especialmente resistente al clima.
¿Quiénes son los mercaderes de la muerte en este cruel conflicto que ya se ha cobrado decenas de miles de vidas y ha desplazado a más de dos millones de personas?
Ya antes de la pandemia, África, y sobre todo África subsahariana, ya estaba lejos de alcanzar el 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los países africanos siguen teniendo que competir en los mercados mundiales del pescado con los países ricos, que subvencionan en gran medida el sector.
Combatientes del Frente Popular de Liberación de Tigré dañan y saquean un hospital y dejan sin atención médica a la población.