viernes, septiembre 20, 2024
Más de 100.000 personas siguen privadas total o parcialmente de sus tierras y medios de vida en Uganda y Tanzania.
281,6 millones de africanos, una quinta parte de la población del continente, padecían hambre en 2020.
Un informe constata en un año 160 vulneraciones de los derechos civiles y políticos, una cada dos días.
No existe justificación para los miles de millones de dólares que salen de África cada año debido a las importaciones de productos lácteos.
La violación de los derechos humanos, que es silenciada y olvidada, tendría que indignar cualquier relación con Marruecos.
El mijo podría ser la gran munición de África para combatir la anemia y aportar otros beneficios para la salud, además de ser especialmente resistente al clima.
¿Quiénes son los mercaderes de la muerte en este cruel conflicto que ya se ha cobrado decenas de miles de vidas y ha desplazado a más de dos millones de personas?
Ya antes de la pandemia,  África, y sobre todo África subsahariana, ya estaba lejos de alcanzar el 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los países africanos siguen teniendo que competir en los mercados mundiales del pescado con los países ricos, que subvencionan en gran medida el sector.
Combatientes del Frente Popular de Liberación de Tigré dañan y saquean un hospital y dejan sin atención médica a la población.

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Musk publicó un tuit en el que se presenta como un defensor de la resistencia, citando películas como Los juegos del hambre, Matrix, y V de Vendetta. Lo analizamos en este vídeo
El caso de Duralex demuestra que los trabajadores pueden gestionar eficazmente una empresa, poniendo en duda la necesidad de altos ejecutivos para garantizar el éxito empresarial
Es imperativo que se tomen medidas contundentes para frenar esta ola de desinformación que amenaza la salud pública y la cohesión social.
La necesidad de una pausa humanitaria para permitir la vacunación masiva y la entrega de suministros médicos básicos es una exigencia mínima
El combustible que alimenta la maquinaria de guerra israelí proviene de las grandes multinacionales del petróleo y de países que, como Brasil, se presentan como defensores de la paz.