ETA y Venezuela, dos de los temas recurrentes para intentar atacar a Podemos y al PSOE, vuelven a aparecer cuando se acaban las ideas desde la derecha para desprestigiar el pacto para un gobierno progresista.
Inés Arrimadas, la accidental líder de Ciudadanos, ha decidido volver a desempolvar a Venezuela y a ETA, temas que ya utilizó Albert Rivera, para hacer oposición a Pedro Sánchez durante la anterior y corta legislatura. Se espera que en breve también el Partido Popular se una a la estrategia.
Venezuela como terapia
Para empezar, Arrimadas ha recuperado la crisis en Venezuela después de que el que considera “presidente encargado” del país, Juan Guaidó, tomara este martes posesión como presidente de la Asamblea Nacional.
Ya en febrero del año pasado, Albert Rivera emplazó al líder socialista a que reconociera al líder opositor como presidente interino de Venezuela en sustitución de Nicolás Maduro “para hacer una transición democrática” y “convocar elecciones libres y justas en un tiempo prudencial” ante la crítica situación que atravesaba el país.
Varios países europeos terminaron por aceptar al opositor Guaidó como nueva autoridad de la nación. Sánchez cedió vergonzosamente y se sumó a ese pronunciamiento, compareciendo en el Palacio de la Moncloa para hacer oficial la postura de España con una declaración institucional después de que venciera el ultimátum que le dieron a Nicolás Maduro para que convocara elecciones presidenciales. “España va a estar a la altura de lo que se espera de ella en este conflicto”, afirmó entonces Sánchez.
La crisis venezolana fue ya explotada también por Rivera en plena campaña electoral de junio de 2016, año en el que viajó hasta Caracas en pleno estado de excepción decretado por Maduro. Allí logró entrevistarse con alguno de los líderes de la oposición llegando a intervenir en la Asamblea Nacional.
Ahora Ciudadanos reaviva la misma estrategia para poner a prueba a Pedro Sánchez al que exigen que comparezca “de manera urgente” en el Congreso para que explique si respalda la elección de Guaidó como jefe del Parlamento venezolano además de como presidente interino de la nación. El pasado domingo, la Asamblea Nacional de aquel país celebró una votación para elegir la nueva cúpula parlamentaria y ratificarle en el cargo para que pudiera continuar como “presidente encargado” de Venezuela, algo que logró al conseguir burlar las medidas de seguridad desplegadas en torno al Parlamento.
ETA, siempre ETA
Continuando con la línea de temas de ataque, ha intensificado sus denuncias sobre los pactos ocultos que, según Ciudadanos y el PP, ha hecho el líder del PSOE con “los herederos de ETA” al aceptar en su investidura la abstención de EH Bildu, a cuya portavoz acusan de “blasfemar” y faltar al respeto a las víctimas del terrorismo, y también de lanzar insultos contra el rey.
El pasado fin de semana, durante la intervención de la portavoz de Ciudadanos, Mertxe Aizpurua, en el pleno de investidura del Congreso, varios diputados de PP y Vox la llamaron “asesina” y gritaron “fuera, fuera”, mientras el popular Adolfo Suárez Illana le daba la espalda desde la Mesa del Congreso, de la que es secretario.
Tanto Casado como luego el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, acusaron a Aizpurua de haber lanzado “infamias” contra las víctimas del terrorismo y de haber insultado gravemente al rey Felipe VI, llamándole “fascista”, cosa que no hizo, por lo que pidieron a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que la obligara a retirar sus palabras y aplicara el reglamento para que no figuraran en las actas del diario de sesiones, cosa que era imposible, ya que no pasó.
Ciudadanos anunciaba este miércoles que va a presentar en todos los ayuntamientos de España donde tiene representación una moción para reprobar a EH Bildu, “un partido que no condena el terrorismo de ETA”, y en la que piden respaldar la labor del rey y los órganos constitucionales. En el texto exigen que Aizpurua “se retracte de las palabras” que pronunció el pasado domingo durante la sesión de investidura, “contra la Corona y nuestra democracia”.
Arrimadas afirmó al finalizar el debate que se iba “triste y preocupada” al ver que el presidente del Gobierno fue “incapaz de defender al jefe del Estado y a nuestra democracia”. En la moción se reitera lo mismo y se añade “a las víctimas de las blasfemias de un partido como EH Bildu que no condena el terrorismo de ETA”.
El discurso sobre ETA no ha dejado de estar presente tampoco en las campañas electorales del partido, con visitas a Rentería o Alsasua, localidades en las que Ciudadanos no tiene ninguna representación, así como en muchas de las intervenciones de Rivera que ya en mayo de 2018 firmó un manifiesto titulado ‘ETA quiere poner el contador a cero’, para que los crímenes de la banda no quedaran impunes y que fue presentado por Covite en San Sebastián.