En abril de 2019 el humorista David Suárez publicó en su cuenta de Twitter un chiste, de dudoso gusto, sobre personas con síndrome de Down. “El otro día me hicieron la mejor mamada de mi vida. El secreto fue que la chica usó muchas babas. Alguna ventaja tenía que tener el síndrome de Down”, escribía.

Tras el revuelo causado, Suárez se vio obligado a pedir disculpas, unas disculpas que no fueron suficientes para parar las medidas legales impuestas por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). “Mi intención nunca ha sido y nunca será la de herir a las personas con síndrome de Down y causar dolor o sufrimiento a sus familiares”, señalaba.

La asociación Plena Inclusión Madrid denunció al cómico al considerar que el comentario encaja en un “discurso de odio” contra las personas con discapacidad. La Fiscalía pide para él un año y diez meses de cárcel, una multa de 3.000 euros por un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y su inhabilitación como cómico durante el tiempo por el que se prolongue la condena y otros cinco años más, en los que además no podrá ejercer ningún oficio educativo en el ámbito docente, deportivo o de tiempo libre.

El cómico David Suárez se enfrenta a casi dos años de cárcel por un chiste sobre personas con síndrome de Down
El cómico David Suárez se enfrenta a casi dos años de cárcel por un chiste sobre personas con síndrome de Down

El próximo 29 de noviembre tendrá que responder ante los tribunales por la petición de la Fiscalía y podría enfrentarse a 22 meses de cárcel. Tal y como recoge infoLibre, la acusación señala al artículo 510.2 a) del Código Penal. Este precepto, ligado a los delitos de odio, castiga a quien lesione la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito “contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél” y por motivos que incluyen la discapacidad. Además, el mismo enunciado pena a todo aquel que distribuya cualquier material que por su contenido lesione la dignidad de estas personas.

El escrito de acusación sostiene que el tuit expresa un “evidente desprecio” hacia el conjunto de personas con síndrome de Down y que las palabras de su autor son “humillantes y vejatorias”.

Contexto

La abogada del cómico, Isabel Elbal, ha recordado que tanto el personaje con síndrome de Down como la escena que evocaba David Suárez eran ficción y defiende que se ha obviado “el contexto” en el que se encuadra el comentario. “El Constitucional ha dicho por activa y por pasiva que hay que contextualizar y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha señalado que a la hora de analizar un hecho de estas características es fundamental examinar qué es lo que motiva al emisor a transmitir este mensaje”, ha señalado.

Y añade: “La Fiscalía tenía que haber hecho un examen más contextualizado, pero, en su lugar, se ha limitado a coger la literalidad del chiste”. Asimismo, recalca que el chiste se realiza por “un humorista profesional desde su cuenta de Twitter”, un canal para difundir su trabajo, algo suficiente para entender que quedaba encuadrado en la esfera profesional y estaba “desvinculado de cualquier deriva discriminatoria”, aunque se tratase de un chiste que a muchos no gustó.

Tres magistrados juzgarán el caso

La celebración del juicio estaba prevista para el pasado 4 de mayo, pero el caso, encauzado vía el Juzgado de lo Penal número 22 de Madrid, no llegó a entrar en los tribunales ya que la jueza se declaró incompetente y finalmente aceptó la competencia la Audiencia Provincial de Madrid. Ahora evaluarán la denuncia una sección formada por tres magistrados.

Este juicio llega después de que fuese archivado en 2019. Por aquel entonces el juez entendió que el comentario difundido en redes sociales era “desafortunado, grosero, zafio, repugnante y sin gracia alguna”, pero en ningún caso constitutivo de delito. La asociación recurrió la sentencia y la Audiencia Provincial de Madrid fue la encargada de revocar el sobreseimiento.

El chiste de David Suárez ya le costó en su día el despido del programa radiofónico en el que trabajaba. En julio del año pasado, el propio David Suárez escribía en infoLibre que si la acusación “tiene como objetivo erradicar las conductas vejatorias hacia las personas de este colectivo, es ingenuo pensar que eso se conseguirá borrando un tuit de ficción o pidiendo cárcel por un chiste”.

A una semana del juicio la abogada del cómico espera  que “la sala vea que el chiste realmente debió haberse quedado en el juicio del público y no en el penal”.

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