La Comisión Europea (CE) trabaja en dos líneas distintas para intentar aliviar la escasez de la electricidad en la UE: un mecanismo de emergencia que Bruselas espera tener listo “en semanas” para aliviar algunos de los problemas que han surgido en el sector energético y, en paralelo, una reforma más estructural del mercado de la electricidad para inicios de 2023.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha señalado que el actual mercado eléctrico fue desarrollado bajo circunstancias diferentes y con objetivos diferentes y, por ello, “ya no es apto” en el actual contexto de guerra y “chantaje” ruso.
Bruselas tiene prisa y el 9 de septiembre los Veintisiete reunirán de forma extraordinaria a sus ministros de Energía para discutir medidas para «arreglar el mercado de la energía». En ese Consejo extraordinario, Von der Leyen y su equipo pretenden presentar el texto, paso previo a su activación, para lo que estiman “semanas”.
Desde el primer momento todos los ojos miraron a la “excepción ibérica”, un modelo que topa el precio del gas para España y Portugal, como una de las opciones que maneja la UE, pero desde Bruselas solo plantean esas dos líneas de intervención del mercado energético.
El portavoz jefe de la Comisión, Eric Mamer, ha señalado que “nos enfrentamos a una situación que evoluciona rápido, sobre todo con respecto al nivel de disrupción del suministro de gas a Europa”.
Cambio radical en la postura comunitaria
La decisión avanzada por Von der Leyen supone un cambio radical en la postura comunitaria, ya que, durante más de un año ha defendido que no había que intervenir el mercado eléctrico, como reclamaba un grupo de países liderado por España.
Según Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Europa ha «perdido un año, pero lo importante es acertar ahora».
Ribera ha señalado que: «Yo creo que hubiera sido oportuno adoptar medidas hace un año, pero creo que no tiene sentido lamentarse. Lo importante en concentrarse hoy en adoptar medidas que sean eficaces para el conjunto de los ciudadanos».
Y ha añadido: «Europa, ni su familia, ni su industria, ni su tejido productivo se puede permitir un drenaje semejante de tantos recursos económicos cuando una muy buena parte de ese precio que pagamos se deriva directamente del diseño regulatorio».
Además, aboga porque el 9 de septiembre se tomen «medidas y reformas más concretas», tanto en el funcionamiento regulatorio de los mercados como el precio de las materias primas.
“Excepción ibérica”
Los Veintisiete descartaron una reforma común a pesar de la presión de España acompañada de países como Francia, Grecia o Rumanía, pero en marzo permitieron una “excepción ibérica” a España y Portugal para que pudiese limitar el precio del gas.
El mecanismo se podía aplicar ambos países una alta tasa de penetración de energías renovable y escasas interconexiones energéticas con el resto de la UE. Tras negociar los detalles con la Comisión, ese sistema empezó a aplicarse a mediados de junio.
Alemania se abre a una reforma en profundidad del mercado para desacoplar el precio del gas de la electricidad
Casi 6 meses después, Alemania ha cambiado de postura y ahora se abre a una reforma en profundidad del mercado para desacoplar el precio del gas de la electricidad, con el objetivo de rebajar los altísimos precios que también paga un país notablemente dependiente del suministro de Rusia.
Teresa Ribera ha celebrado que “hay una visión compartida que refleja un modo de unión y solidaridad para responder a los problemas”.