En septiembre de 2018, Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad investigado en la pieza Kitchen, en una conversación con su pareja se refirió a la relación entre María Dolores de Cospedal y José Manuel Villarejo.
«A ella le da igual lo que salga porque todo lo que habló con él era por el bien del Estado, pero tiene cara de preocupada», señaló cuando fueron encontrados los archivos del policía, según informa Europa Press.
En dicha conversación, la esposa le pregunta: «¿Y le has contado?», a lo que Martínez responde que «no hace falta que le cuenta porque ella sabe de sobra lo que hay».
Según otras conversaciones, que constan en el informe redactado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía (UAI), al que ha tenido acceso Europa Press, el ex secretario de Estado de Seguridad intercambió mensajes con Enrique García Castaño, lo que molestó tanto a él como a José Manuel Villarejo, un malestar trasladado por traslada García Castaño a Martínez.
García Castaño y sus contactos con Cospedal y su marido
En esa conversación García Castaño también informa a Martínez de sus contactos con Cospedal y su marido llegando a decir «si saco el pendrive de Bárcenas ¿Qué pasa?».
«¿Nos matarán a todos?» lamenta el mando policial y añade que «López del Hierro se cabreó hoy porque siguen sin dar la cara conmigo, como no espabile el PP le van a dar la del pulpo, aunque me dice un amigo de Susana que antes se matarán entre ellos». Martínez responde le responde : «Sí, eso es muy probable».
A continuación, García Castaño le dice al ex número dos: «Me encontré con la Cospe y su marido, me dijeron que el tema se tenía que haber arreglado ya, que hablaría conmigo. Según el ses (secretario de Estado) ya dio orden que me cambiaran y de forma clandestina volviera a montar el tema catalán». «No se si fiarme», a lo que Martínez contesta: «yo ya no me fío de nadie».
En otra parte del informe se destaca la petición de Villarejo acerca de la necesidad de nombrar como nuevo DAO a Olivera y la presión que ejerció sobre responsables políticos y ministeriales, sobre lo que Martínez parece tener pleno conocimiento: «No hace falta que recuerde quien metió a Villarejo en escena ¿no?», señala el número 2 de Interior.
En noviembre de 2018, Francisco Martínez contactó con periodistas de diarios importantes para saber si se harían eco de la apertura de la pieza número 7 del caso Tándem y al mismo tiempo difundir la idea de que el operativo era un montaje de Villarejo.

Según señala el informe de Asuntos Internos, Martínez se muestra preocupado porque finalmente las pesquisas acaben siendo investigadas en al Audiencia Nacional: «¿Crees que la Audiencia puede entrarle a esto?».
Durante los días en los que los medios comienzan a escribir sobre el operativo tramado para sustraer información al extesorero del PP Luis Bárcenas, el exsecretario de Estado mantiene reuniones con el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y otras personas al respecto.
Asimismo, en noviembre y diciembre aumenta contactos tanto con el que fue su jefe de prensa como con periodistas a los que dice que la Kitchen «es una invención».
En una conversación con un periodista llega a decir que si le acaban imputando en la pieza 7 que espera que le pase «los papeles», aunque después matiza que se trata de «una broma».
Tras las primeras declaraciones de los investigados, Martínez idea la estrategia de «marcar y delimitar el problema, V y P (Villarejo y Pino)» y aprovecha para quejarse de que Ignacio Cosidó, ex director general de la Policía, «está como loco metiendo mierda» contra él y le tacha de «cabronazo» por sus declaraciones.
En febrero de 2019, en una conversación con su asistente Iciar de Castro muestra su indignación por las declaraciones de Fernández Díaz y Cosidó y subraya que «los papeles de Bárcenas o su puta madre no me importaban una higa. Que busquen entre los que sí le importaban».
En una conversación de octubre de 2017 entre Martínez y el sacerdote Silverio Nieto señala que su buena opinión sobre García Castaño sólo es superada por su afecto personal hacia él. «Creo que el despropósito que se ha ido generando por darle satisfacción a los periodistas que hablaban de siniestras maniobras en el Ministerio ha llevado a esta estúpida situación en la que quienes de verdad podrían aportar información valiosa han sido excluidos (*) y eso sucede cuando te mueves a ritmo de los digitales».