Dieciocho meses después de la pandemia de covid, Reino Unido podría enfrentarse a otro complicado invierno con temores sobre un resurgimiento del virus combinado con un aumento de la inflación y una crisis energética y de la cadena de suministro. The Conversation ha hablado con el especialista en finanzas y economía Steve Schifferes para saber cuáles son las principales amenazas para este invierno.

La primera de estas amenazas es la pandemia, ya que todavía hay un gran volumen de casos. A pesar de que no hay tantas muertes y hospitalizaciones como en oleadas anteriores, el inicio del invierno, junto con la naturaleza más infecciosa de la variante delta y el hecho de que muchas personas todavía no están vacunadas, podrían significar más restricciones.

Además, el «plan B» anunciado recientemente por Boris Johnson con más restricciones, posibilidad de mascarillas y teletrabajo, no se descartó y, potencialmente, esto significa más trastornos económicos.

Inflación

La segunda amenaza es la inflación. Debido a que la recuperación ha sido más lenta de lo esperado en todo el mundo, los productores de materias primas han luchado por mantenerse al día, lo que ha hecho subir los precios mundiales de las materias primas.

Las crisis a las se que enfrenta Gran Bretaña
Las crisis a las se que enfrenta Gran Bretaña

El mayor problema son los precios del petróleo y el gas, ya que los precios mayoristas del gas en el Reino Unido casi se han triplicado desde principios de 2021. Esto ha supuesto un aumento considerable de los precios para el consumidor y muchas empresas se están viendo afectadas como las plantas de acero y fertilizantes que están cerrando temporalmente.

Escasez de productos y trabajadores

La tercera y principal amenaza es la escasez de productos y trabajadores. La falta de todo está causando problemas en el comercio minorista y la hostelería. El Brexit ha empeorado toda la situación porque muchos trabajadores de la cadena de suministro de alimentos procedían del continente y ya no se les permite trabajar en el Reino Unido.

Los trabajadores británicos no están tan interesados ​​en trabajar en trabajos mal pagados con horarios largos e irregulares. Se ha aislado totalmente a la clase trabajadora extranjera de Inglaterra. Muchos pubs y restaurantes les está costando permanecer abiertos, debido a que no encuentran trabajadores y a la escasez de suministros. Los empleadores de industrias como la hostelería y el transporte ya tienen que ofrecer salarios más altos para atraer personal.

Los aumentos de precios y salarios están produciendo datos de inflación más altos. Si la gente comienza a esperar más aumentos, como pasó en la década de 1970, cambiará su comportamiento. Las empresas subirán los precios y más trabajadores querrán salarios más altos, lo que provocará una espiral inflacionaria.

Para mantener la economía boyante en los últimos años, el Banco de Inglaterra recortó las tasas de interés a mínimos históricos y metió enormes cantidades de dinero en la economía en forma de flexibilización cuantitativa.

Si tiene que cambiar de dirección debido a una mayor inflación, esto podría tener un gran efecto en los precios de los activos y las tasas de interés más altas también tendrían repercusiones para las finanzas públicas, la deuda pública futura se encarecería y se podría restringir aún más el gasto público.

Las medidas tomadas por el Gobierno como el impuesto al seguro nacional para financiar el NH, la reforma de la atención social y la decisión de no hacer permanente el aumento del crédito universal de £20, empujarán a más personas a la pobreza.

Mientras tanto, la decisión de eliminar temporalmente el elemento vinculado a los ingresos del «triple candado» tal vez reduzca permanentemente la generosidad de la pensión estatal. El canciller Rishi Sunak ya ha anunciado aumentos de impuestos para casi todos los sectores a partir de 2023.

Sunak está estableciendo objetivos muy ambiciosos para estabilizar las finanzas públicas, que probablemente requieran mayores recortes adicionales como recortes salariales. Además, podría haber un aumento en los impuestos a la gasolina o en los precios de las autopistas, como parte de la agenda verde.

Conflicto entre Boris Johnson y Rishi Sunak

También se prevé un gran conflicto entre Johnson y Sunak por la agenda de «nivelación». Hasta ahora, el gobierno ha gastado relativamente poco en esta agenda insignia, a excepción del servicio ferroviario HS2, enormemente caro y muy retrasado. Pero el recientemente nombrado secretario permanente para implementar dicha agenda, Andy Haldane, considera que, si el gobierno es serio, tendrá que comprometerse a largo plazo a gastar mucho más que la inversión en el HS2.

Artículo basado en un texto de The Conversation

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