Los resultados preliminares de las elecciones generales en Bolivia sitúan al partido MAS del expresidente Evo Morales como ganador frente a su adversario, con al menos cinco puntos más que en 2019. Estos datos contrastan con la tesis de fraude defendida por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y que desembocó en la renuncia y salida del país de Evo Morales.

En las elecciones del año pasado el consejo electoral decidió suspender 23 horas el recuento no oficial, pausa tras la cual Morales habría aumentado su ventaja hasta los diez puntos necesarios para evitar una segunda vuelta.

Sin embargo, según los expertos del MIT no hay ninguna evidencia estadística de fraude ni ningún indicio de que la suspensión tuviera un impacto sobre el voto final.

Rallo y su extraña visión sobre lo acontecido en Bolivia

El economista y escritor español Juan Ramón Rallo ha defendido a través de su cuenta de Twitter la teoría de manipulación supuestamente acreditada por la OEA en las elecciones de 2019: “Que hubo fraude electoral en Bolivia es algo poco debatible porque la OEA acredita numerosos ejemplos de manipulación. Cuestión distinta es si ese fraude fue decisivo o no para la victoria de Evo, pero eso no cambia que las elecciones no fueran limpias”.

Y ha añadido: “¿Se imaginan que en unas elecciones españolas encontramos evidencias abundantes de que el PP ha intentado manipular el proceso? Por mucho que, aún sin manipulación, hubiese obtenido mayoría absoluta, a buen seguro reclamaríamos la repetición electoral y procesar a los delincuentes”.

“En Bolivia se reclamó justamente eso: unas nuevas elecciones, ésta vez sin manipulaciones de por medio. No se buscó un cambio de régimen al margen de las urnas tal como nos vendieron algunos desde España”, finalizaba el hilo el economista.

La OEA y el polémico informe 

Por más que se insista con el tema, el informe preliminar de la OEA no aporta prueba alguna que pudiera resultar definitiva para demostrar el supuesto “fraude” al que aludió el secretario general, Luis Almagro, en la sesión del Consejo Permanente celebrada el 12 de noviembre.

Así lo confirmaba hace meses un estudio llevado a cabo por investigadores independientes cuestiona la validez estadística del informe de la OEA que sirvió de base y de coartada a los opositores del expresidente Evo Morales que perpetraron el golpe en Bolivia y que se saldó con la renuncia de Morales.

La OEA elaboró un informe cuestionable para inducir en la opinión pública una deducción falsa: que el incremento de la brecha a favor de Evo Morales en el tramo final del conteo fuera ampliándose por causas fraudulentas y no por las características sociopolíticas y las dinámicas de comportamiento electoral que se dan entre el mundo rural y el urbano en Bolivia.

“Examinamos detenidamente la evidencia estadística de la OEA y hallamos problemas con sus métodos. Una vez que corregimos esos problemas, los resultados de la OEA desaparecen, sin dejar evidencia estadística de fraude”, explicó el economista y coautor del informe independiente, Francisco Rodríguez, en declaraciones recogidas por The New York Times. 

Daniel Seixo, duro con Rallo

El sociólogo y director de Nueva Revolución, Daniel Seixo, se ha mostrado duro con Rallo y con su personal visión de la realidad y le ha respondido indicándole que “si como economista es mediocre, como analista político es simplemente un cretino con ínfulas no respaldadas por su conocimiento”.

Y ha continuado: “Siempre hay payasos que no niegan a abandonar el circo. Incluso cuando la música ha cesado, el telón ha caído y ya no quedan entradas que vender, siempre hay un inepto que sigue empeñado en hacer malabares con la realidad”.

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