El cómico David Suarez, juzgado por un chiste sobre personas con síndrome de Down, situación que en su día le costó el despido del programa de radio en el que trabajaba y la anulación de diversos shows, ha querido hablar en su canal de Twitch sobre el tema, enfocándolo a las familias y disculpándose con ellas, pero criticando a quienes usan a sus hijos como instrumento.
“Quiero hablar de los padres con hijos con síndrome de Down. No quiero hablar de todos, porque hay muchos que han apoyado el chiste y los que no, están en su derecho. Quiero hablar ahora de aquellos que están a favor de que se persigan estos chistes. Antes de nada deciros que os entiendo. Entiendo que os hayáis podido sentir ofendidos y repito, mi intención nunca fue ni será traeros dolor ni sufrimiento”, inició Suárez.
El cómico aclara a estos padres que están en todo su pleno derecho a quejarse e incluso a pedir cárcel, “otra cosa es que eso lo pida la Fiscalía”. “Aquí lo horrible no es que una asociación de síndrome de Down denuncie un chiste. Eso es esperable. Aquí lo horrible es que la Fiscalía admita a trámite esa denuncia”, señala. “Pero volviendo a aquellos padres de hijos con síndrome de Down que se han quejado, aquellos que habéis puesto el grito en el cielo y que pedís que se me encarcele y que me vaya del país, pregunto: ¿Soy yo a veces parece que estáis más preocupados vosotros por el chiste que vuestros hijos?”, se pregunta Suárez.
“Yo estos días no he parado de leer cosas como yo soy padre de un hijo con síndrome de Down, porque yo como padre, porque yo como madre de tres hijos con síndrome de Down, porque yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo. En primer lugar, esto no va de vosotros, va de ellos. No nos olvidemos de que los protagonistas son ellos, la gente con síndrome de Down”, denuncia el cómico.
“En segundo lugar, creo que tener un familiar con síndrome de Down no es un trofeo del que puedes presumir para demostrar lo ofendido que estás. Es tu hijo. No es una espada ni es un escudo. Creo que lo verdaderamente capacitista es usar como arma arrojadiza a estas personas para intentar que tu concepto de justicia se haga realidad”, indica.
La anécdota inédita
Suárez contó a su audiencia una anécdota que reafirma sus palabras y de la que nunca antes había hablado: “Voy a contar una cosa que no he dicho nunca a lo largo de estos dos años, desde la publicación del chiste, he recibido algunos mensajes de familiares con hijos, el síndrome de Down, algunos negativos y otros de apoyo”
“¿Sabéis cuántos mensajes de personas con síndrome Down he recibido quejándose del chiste? Ninguno. Y podéis decir ‘eso es porque ellos no son capaces de defenderse’. Eso es mucho más capacitista que mi tuit, porque con eso se sobreentiende que tampoco tiene la capacidad de entender el chiste. Y es mentira eso. Y lo sé. Lo sé porque lo que sí que he recibido han sido mensajes de personas con el síndrome de Down que se han reído con el chiste”, sentenció.
El subtexto según Suárez
“Hace cien años, a las personas con síndrome de Down se las encerraba en el sótano. Ahora estamos en 2021 y seguimos encerrándolos en otro sótano, en el sótano del discurso social. No hagas chistes sobre síndrome de Down, no hables de mamadas y gente con síndrome de Down, no menciones sexo y gente con síndrome de Down. El subtexto de todo esto en el fondo. ¿Sabéis cuál es? Finjamos que no existe la gente con síndrome de Down. Metámoslo debajo de la mesa”.
Finaliza Suárez con una reflexión: “Corramos un tupido velo. ¿Y en qué ayuda eso? En absolutamente nada. ¿Cómo vamos a conseguir que estas personas disfruten de los mismos derechos si estamos constantemente prohibiéndoles estar dentro del discurso social? Una minoría no existe hasta que no forma parte del relato cultural. En otras palabras, una minoría no existe hasta que no se pueden hacer chistes sobre ella y ellos pueden hacer chistes sobre ellos mismos. Dejemos de sobreproteger a personas que serían más libres sin tanta gente diciéndole de qué cosas se pueden y de qué cosas no se pueden reír”.
Defenderse acusando a las familias de las personas con síndrome de Down de exhibirlos para ofenderse es más miserable aún que su supuesto chiste. La cárcel y a la mierda.
Es un manipulador ridículo y con pocos límites. Hace pocos días en la radio decía que había una conspiración franquista contra él y su trabajo. Hoy dice que son los padres quienes exhiben a sus hijos para mostrar lo ofendidos que están y que son ellos los capacitistas y los que ponen trabas a la inclusión social. Es un flipado, un liante presuntuoso desesperado por construir un discurso que autorice su falta de respeto a las mujeres con síndrome de Down.
Siempre ha sido fácil meterse con el débil y el vulnerable, humor negro, lo llama…Creo que este país necesita ya una ley específica que proteja a las personas más vulnerables de nuestra sociedad.