Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) llamaron a las autoridades de Tailandia a confirmar el paradero de tres disidentes, acusados de antimonárquicos y exiliados desde hace años, desaparecidos tras ser detenidos en Vietnam.
Los activistas son Chucheep Chivasut, un popular locutor de radio que solía hacer comentarios políticos a través de una emisora online, y dos de sus socios, Siam Theerawut y Kritsana Thapthai, todos ellos reclamados en Tailandia por delitos de lesa majestad.
Según las dos organizaciones, los tres fueron detenidos cuando intentaban entrar a Vietnam desde Laos con pasaportes falsos, y entregados este miércoles a las autoridades tailandesas, que han evitado confirmar que los tienen bajo su custodia.
“Solo si afirman públicamente que los tres están detenidos y en contacto con familiares y abogados, podrán las autoridades disipar el temor de que estas personas han sido desaparecidas a la fuerza”, dijo el director para Asia de HRW, Brad Adams, en un comunicado.
El director de operaciones globales de AI, Minar Pimple, secundó la llamada y conminó a las autoridades tailandesas a garantizar que si los tienen bajo custodia, los mantengan en un centro de detención oficial con acceso a abogados, médicos y parientes.
“También pedimos a las autoridades que les acusen con cargos reconocibles y de acuerdo con los estándares internacionales o que los liberen y no les penalicen por ejercer su derecho a la libertad de expresión”, dijo Pimple en otro comunicado.
El número dos de la junta militar, Prawit Wongsuwan, acusó el año pasado a Chucheep de liderar un grupo secesionista y de alentar a sus seguidores a movilizarse contra la monarquía vistiendo camisetas negras, acción por lo que fueron detenidas varias personas, incluidos familiares directos del activista.
Estos casos se añaden al de otros tres disidentes antimonárquicos que aparecieron muertos en diciembre en el río Mekong -con los cuerpos destripados y rellenados con cemento- tras ser capturados en Laos, donde se habían exiliado tras el golpe de Estado de 2014.
Otros dos activistas se encuentran desaparecidos tras ser apresados por hombres armados en Laos en 2016 y 2017.
Tailandia castiga por difamar, insultar o amenazar al rey, la reina, el príncipe heredero o al regente a través del artículo 112 del código penal, una ley que prevé penas de entre 3 y 15 años por cada uno de estos delitos.
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