Entidades de la Costa da Morte responsabilizan de la situación al área de Patrimonio de la Diputación coruñesa, que controlada por el BNG, ha permitido en los últimos años que se realicen en los últimos años actividades como venta de cestos, exposiciones de calceta, jornadas gastronómicas o incluso actividades de circo, en este último caso autorizadas el pasado verano dentro del recinto por el cuestionado diputado provincial Xosé Luis Penas Corral.

José Muíño Domínguez (PP), alcalde de Cabana de Bergantiños y el actual diputado provincial de Patrimonio Xosé Luis Penas Corral (BNG) en un acto público de la Diputación coruñesa.

Por estos motivos asociaciones como Salvemos Cabana, entre cuyos objetivos está la defensa patrimonial, apoyan la propuesta presentada en el Parlamento de Galicia en 2016 por el diputado Xabier Ron, que pedía a la Xunta hacerse cargo del monumento con el fin de evitar el deterioro de su imagen y la descontextualización.

Si entonces fueron los desperfectos sufridos por la falta de control del Ayuntamiento de Cabana sobre la réplica o neodolmen, cuya costosa reparación se pagó con fondos públicos, en los últimos años ha sido el polémico plan de actividades el que aconseja un cambio de rumbo en la gestión cultural del monumento.

Prototipo de algunas de las actividades realizadas dentro del área arqueológica del Dolmen de Dombate en los últimos años y autorizadas por el diputado provincial del BNG Xosé Luis Penas Corral, ideales sin duda para cualquier centro social municipal pero no las más apropiadas para una instalación de carácter museístico.

En su día, el entonces diputado Xabier Ron reclamó en sede parlamentaria que la titularidad y gestión del monumento pasase a manos de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta para protegerlo de una gestión deficiente ante las numerosas evidencias de que los convenios establecidos entre el consistorio y la Diputación Provincial no eran «los más adecuados» para este Bien de Interés Cultural y alertando de manera textual que «todo apunta a que el Ayuntamiento de Cabana no gestionó bien el centro y de la forma más respetuosa con el patrimonio cultural».

UN CENTRO ARQUEOLÓGICO DE LA PREHISTORIA CONVERTIDO DE MANERA PERMANENTE EN AUDITORIO

Tal y como denuncian diversas entidades de la Costa da Morte, la situación permanece y un número significativo de las actividades que se realizan en el recinto nada tienen que ver con el teórico objetivo para el que fue creado, siendo así como una instalación arqueológica que debería ser de referencia se ha visto convertida de manera casi permanente en sala de conciertos y/o exposiciones de la más diversa índole mientras que tanto el auditorio municipal como la Casa da Cultura de Cabana de Bergantiños permanecen inoperativos.

Cabana de Bergantiños cuenta con un magnífico auditorio público que según denuncian asociaciones del entorno «está siendo infrautilizado» al tiempo que se perjudica la conservación de las pinturas neolíticas que alberga el Dolmen de Dombate con la organización de conciertos.

Para asociaciones como Salvemos Cabana, preocupa la afectación que la realización de conciertos en el pabellón del dolmen puede tener sobre las pinturas de época neolítica que alberga el monumento, «muy sensibles a los cambios ambientales y cuya conservación debería ser una prioridad para el ente provincial más allá del descontrol turístico y mediático» que ha fomentado el alcalde de Cabana José Muíño Domínguez (PP) en los últimos años.

INCOMPATIBLIDAD CON EL CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

Finalmente, y como este colectivo ha hecho constar de manera reiterada desde el año 2015, muchas de las actividades desarrolladas en el Centro Arqueológico del Dolmen de Dombate son incompatibles con el espíritu del Convenio Europeo para la Protección del Patrimonio Arqueológico, que desarrollado en Malta en 1992 y ratificado por el Gobierno español en 2011, reconoce que el patrimonio arqueológico europeo, como verdadero «testigo de la historia antigua» está «gravemente amenazado de deterioro», razón por la que los Estados deben protegerlo de manera eficaz «en tanto que fuente de memoria colectiva europea y como instrumento de estudio histórico y científico», algo que debe quedar reflejado en las políticas de desarrollo cultural velando porque la apertura al público de este tipo de lugares «no afecte negativamente al carácter arqueológico y científico de tales emplazamientos y su entorno».

Muchas de las actividades desarrolladas en los últimos años en el Dolmen de Dombate son incompatibles con el espíritu que se desprende del Convenio Europeo para la Protección del Patrimonio Arqueológico.