En un acto de valentía y determinación, el sargento de la Guardia Civil de Valderrobres, Felipe Vilas, protagonizó una impresionante detención a miles de pies de altura. El incidente ocurrió a bordo de un vuelo con destino a Cancún, México, donde Vilas arrestó a un hombre sospechoso de cometer varios delitos de agresión sexual.
El detenido, cuya identidad no ha sido revelada, había estado mostrando un comportamiento agresivo, habiendo realizado tocamientos inapropiados y proferido amenazas de muerte al personal de la tripulación, según informó la Comandancia de Teruel.
La situación se volvió aún más tensa cuando el comandante de vuelo activó todos los protocolos internos de la aeronave y solicitó la ayuda de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad presentes entre los 400 pasajeros a bordo. Rápidamente, dos guardias civiles se presentaron en la cabina del avión.
El sargento Vilas tomó el control de la situación y pidió un tiempo razonable para evitar un aterrizaje forzoso, una medida que estaba considerando el comandante del vuelo, según se informó en un comunicado oficial.
La confrontación llegó a un punto crítico cuando el pasajero se abalanzó sobre los agentes después de que estos se identificaran como guardias civiles. Con determinación y habilidad, Vilas y su colega lograron inmovilizar al agresor utilizando bridas. Esta intervención permitió que el vuelo continuara su curso durante cinco largas horas, hasta que finalmente aterrizaron de manera segura en México.
Una vez en tierra firme, las autoridades mexicanas procedieron a la detención del hombre, poniendo fin a un episodio aterrador que ocurrió el pasado 23 de septiembre. La rápida y decidida actuación del sargento Vilas y su colega ha sido fundamental para llevar ante la justicia a un presunto agresor y para asegurar que los pasajeros a bordo del vuelo llegaran a su destino final de manera segura.