Las autoridades holandesas han arrestado a Ab el M, un ciudadano nacido en Róterdam, bajo la acusación de espiar para Marruecos mientras desempeñaba funciones como intérprete de árabe y analista de seguridad en el Servicio Nacional de Contraterrorismo y Seguridad (NCTV) holandés.
El escándalo se desató cuando se descubrió que el hombre de 64 años, tras ser trasladado de departamento, solicitó a un compañero que le imprimiera una serie de documentos, despertando así las sospechas de las autoridades.
Al profundizar en la investigación, se reveló que Ab el M viajaba frecuentemente a Marruecos y mantenía contactos con altos funcionarios del espionaje marroquí. Se estima que su implicación en actividades de espionaje con Marruecos se remonta a la década de los 90, según El Confidencial.
La fiscalía inició una investigación en octubre para esclarecer los hechos. Varias semanas después, cuando el sospechoso intentaba realizar uno de sus habituales viajes a Marruecos, fue detenido antes de subir al avión.
En su maleta, las autoridades encontraron pendrives que contenían más de 20 documentos clasificados como secretos de Estado. Según la Fiscalía, Ab el M ha estado transmitiendo estos secretos al servicio secreto marroquí durante varios meses, poniendo en riesgo la seguridad del Estado holandés.
El acusado, que poseía 46 terabytes de datos, albergando 928 documentos con secretos de Estado, ha solicitado su liberación. Sin embargo, la Fiscalía considera esta petición como delicada debido a la gravedad de los cargos en su contra. “La seguridad del Estado holandés estaba en juego”, afirmó la Fiscalía.
La magnitud de la filtración es asombrosa, ya que se estima que el volumen total de datos es equivalente a “unos 11.500 millones de hojas de papel A4”, según explicó el fiscal.
Este incidente plantea serias preocupaciones sobre la integridad de la información clasificada y destaca la importancia de fortalecer las medidas de seguridad en agencias gubernamentales, especialmente en aquellos sectores relacionados con la seguridad nacional.
La detención de Ab el M no solo revela una violación significativa de la confianza, sino que también subraya la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad en estas instituciones clave.
