Deutsche Christen (Cristianos alemanes) fue un movimiento religioso iniciado por un grupo de clérigos y feligreses de las iglesias protestantes luteranas de Alemania en 1931, que propusieron y difundieron una fusión de elementos del cristianismo y del nazismo para plegarse a la ideología del Tercer Reich. Tenían como lema: «La esvástica en nuestros pechos, la cruz en nuestros corazones».
El pastor de Flensburg Friedrich Andersen fue convertido en un antisemita por Houston Stewart Chamberlain y desde 1904 exigió la abolición del Antiguo Testamento y “todo el enturbiamiento judío de las enseñanzas puras de Jesús”. En los conflictos resultantes por ello con las autoridades eclesiásticas, se refirió al libro de Adolf von Harnack sobre Marción. En el 400 aniversario de la Reforma en 1917, Andersen, el escritor Adolf Bartels, el consejero eclesiástico Ernst Katzer y Hans von Wolzogen publicaron 95 tesis para establecer un “Cristianismo alemán sobre bases protestantes”. En ellos decía:
“La investigación racial más reciente finalmente nos ha abierto los ojos a los efectos perniciosos de la mezcla de sangre entre pueblos germánicos y no germánicos y nos insta a luchar con todas nuestras fuerzas para mantener nuestra nacionalidad lo más pura y autónoma posible. La religión es la fuerza más íntima y la flor más fina en la vida espiritual de un pueblo, pero solo puede tener un fuerte efecto cultural en una forma folclórica […] Una conexión más estrecha entre la germanidad y el cristianismo solo se puede lograr si esto se separa de la conexión antinatural en la que está después mera familiaridad con la religión judía “.
El Deutsche Christen fue fundado por Hossenfelder y el teólogo Ludwig Müller en 1931, pero constituían un movimiento pequeño que no alcanzó notoriedad hasta la instauración del nazismo en 1933 y es ahí cuando son considerados por el nuevo régimen como herramienta útil para controlar a las diversas iglesias protestantes de Alemania y realizar una Gleichschaltung de éstas para unirlas en un solo grupo al servicio del nazismo, el cual aceptaron para evitar conflictos con el régimen nazi.
El nacimiento de una nueva iglesia
A finales de abril de 1933, el liderazgo de la Confederación de la Iglesia Evangélica Alemana acordó redactar una nueva constitución para una nueva iglesia “nacional” unitaria, que se llamaría Iglesia Evangélica Alemana ( Deutsche Evangelische Kirche o DEK), que reemplazaría a la vieja iglesia federada con su liga representativa.
La Deutsche Christen hizo campaña para que Müller fuera elegido como el nuevo obispo de la Iglesia, pero finalmente Friedrich von Bodelschwingh fue elegido como Reichsbischof de la nueva Iglesia protestante del Reich por un amplio margen.
A Adolf Hitler no le gustó que su candidato fuese rechazado y reaccionó empezando a hostilizar a la DEK, cerrando entidades religiosas, destituyendo o arrestando a pastores y clérigos, lo que provocó que Friedrich von Bodelschwingh renunciase en julio de 1933 para permitir a Müller tomar el control de la DEK.
Müller enseguida el “Párrafo Ario” (Arierparagraph) en la DEK mediante el cual se destituyeron clérigos de origen judío o casados con mujeres de sangre judía, se prohibió la conversión y bautizo de judíos en las iglesias protestantes, y se otorgó aprobación a aspectos de la ideología nazi que pudieran ser conflictivos con la fe cristiana, reiterando, por ejemplo, que el antisemitismo estaba justificado al haber sido el pueblo judío “el asesino de Jesucristo“.
Cristianos alemanes, contrarios a la orientación pronazi de la DEK
En 1934, se fundó como organización contraria a la orientación pronazi de la DEK la Iglesia Confesante por los pastores Martin Niemöller y Dietrich Bonhoeffer, quienes pronto sufrieron la persecución de las autoridades hitlerianas.
Los nazis encontraron útil el grupo Deutsche Christen durante la consolidación inicial del poder, pero retiraron a la mayoría de sus líderes de sus puestos poco después; Reichsbischof Müller continuó hasta 1945, pero su poder fue efectivamente destituido a favor de una agencia gubernamental como resultado de su evidente incompetencia.