La lucha contra el narcotráfico en Marruecos ha arrojado sombras sobre la integridad de la policía marroquí, especialmente con la reciente decisión de Abdellatif Hamouchi, su máximo responsable, de apartar temporalmente a dos sargentos por presuntas conexiones con el narcotraficante conocido como el “Escobar del Desierto”, quien cumple condena en una prisión marroquí.
El “Escobar del Desierto” fue detenido en 2019 en el aeropuerto de Casablanca y condenado a diez años de prisión, según reporta El Faro de Ceuta.
Los dos policías suspendidos tendrán que presentarse ante el Tribunal de Apelación de Casablanca para aclarar su implicación en este turbio asunto. Este tribunal ha interrogado a otras 23 personas sospechosas de colaborar con el narcotraficante.
Entre los investigados figuran dos políticos del Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM) de Marruecos: Said Naciri, presidente del club de fútbol Wydad, y Mohamed Bioui, presidente del consejo regional de la zona oriental.
De acuerdo con informes locales, los cargos que pesan sobre los dos sargentos de policía y el resto de los implicados incluyen acusaciones por “complicidad en tráfico, transporte y exportación de drogas”, “corrupción”, “falsificación de documentos oficiales” y “comisión de acto arbitrario que atenta contra la libertad personal e individual”.
Además, se les relaciona con “facilitar la salida y entrada de personas marroquíes del territorio marroquí de manera ordinaria en el marco de una red criminal” y “encubrir el origen ilícito de bienes procedentes de una actividad delictiva”.
La medida adoptada por las autoridades marroquíes refleja un intento por desentrañar las redes delictivas que se entrelazan con agentes policiales y figuras políticas, subrayando la necesidad de una investigación exhaustiva para salvaguardar la integridad institucional y restaurar la confianza en las fuerzas del orden en el país.
