Médicos Sin Fronteras (MSF) han tenido que tomar la difícil decisión de evacuar a todo su personal internacional del noreste de Siria y suspender la mayoría de sus actividades en la región debido a la situación extremadamente volátil que se está viviendo, causada por las implacables operaciones militares turcas.
Desde el miércoles 9 de octubre, la situación profundamente en el noreste del país ha obligado al personal internacional de MSF a evacuar nuestros proyectos en las ciudades de Ain Issa, Al Hol, Tal Abyad, Tal Tamer, Tal Kocher, Yaroubiyah, Kobane, Ain Al Arab y Raqqa.
“Han sido decisiones muy difíciles, ya que somos muy conscientes de las necesidades de las personas que huyen de la región y de su extrema vulnerabilidad”, indican desde la ONG.
Desde MSF aseguran que “la situación es muy impredecible y cambia rápidamente, haciendo que sea imposible para nuestra organización negociar un acceso seguro para brindar atención médica y asistencia humanitaria a las personas en peligro”. “Dados los numerosos grupos que luchan en diferentes lados del conflicto, ya no podemos garantizar la seguridad de nuestro personal sirio e internacional”, indican.
“Las personas en el noreste de Siria ya han sufrido años de conflicto e incertidumbre. Los últimos acontecimientos solo han aumentado la necesidad de asistencia humanitaria urgente. No obstante, nos es imposible brindarla con esta inseguridad actual”, explica Robert Onus, coordinador de Emergencias de MSF para Siria.
“Con gran pesar, hemos tomado la difícil decisión de suspender nuestras actividades en el noreste de Siria y evacuar al personal internacional. No podemos trabajar sin que todas las partes en conflicto nos garanticen que lo haremos de forma segura”.
“Estamosmuy preocupados por la seguridadde nuestros colegas sirios y sus familias, que permanecen en el noreste de Siria en estos tiempos difíciles. Seguiremos apoyando a nuestros colegas sirios de forma remota y explorando todas las opciones posibles para brindar asistencia a las personas en el noreste de Siria, a pesar de las limitaciones”, subraya Onus.
La decisión de suspender la mayoría de las actividades tiene lugar mientras que la situación humanitaria se descontrola aún más y, seguramente, las necesidades irán en aumento.
En la ciudad de Tal Tamar, MSF han proporcionado mantas, raciones de alimentos de emergencia, botellas de agua y jabón a las miles de personas desplazadas que llegaban a diario tras huir de sus hogares justo con lo puesto.
Hasta el pasado 13 de octubre, la ONG suministraba agua a varias aldeas en el área debido a la escasez causada por un ataque aéreo que dañó la estación de bombeo de agua y cortó el suministro a pueblos enteros.
Los ataques aéreos, bombardeos y enfrentamientos armados han tenido graves repercusiones en la población civil y en la capacidad de las organizaciones humanitarias para brindar ayuda de forma segura.
El 13 de octubre, decenas de personas heridas por un ataque aéreo fueron llevadas al hospital Tal Tamer. En la ciudad de Ain Issa, los equipos de la ONG atestiguaron cómo la población huía de sus hogares a pie y buscaba seguridad lejos del conflicto. Los trabajadores sanitarios fueron evacuados y reubicados en el hospital de Ain Issa, uno de los principales centros médicos que ha atendido a los heridos en los últimos cinco días.
En estos momentos, a la vez que los equipos de MSF parten de la región, su personal ha informado de que las personas en el campo de Ain Issa necesidad con urgencia alimentos, agua y asistencia médica. Tan solo la semana pasada, MSF ofrecían atención médica y brindaban agua y apoyo en salud mental a las personas de dicho campo. Ahora se encuentran en una situación muy precaria.
“Llamamos a todas las partes a que garanticen la protección de los civiles. Además, pedimos que brinden a las organizaciones humanitarias un acceso seguro y sin obstáculos hasta la población civil para brindar asistencia, en un momento en que se necesita con urgencia”, imploran desde la ONG.