La actuación de asociaciones, plataformas, grupos políticos y particulares ha sido determinante para lograr que este polémico proyecto que EDP Renovables pretendía instalar entre las localidades coruñesas de Cabana de Bergantiños y Zas no haya superado el trámite ambiental.

Zona afectada por el proyecto eólico Monte Agrelo y Muriño, que finalmente ha recibido una Declaración de Impacto Ambiental negativa (Foto: Asociación Salvemos Cabana)

Zona afectada por el proyecto eólico Monte Agrelo y Muriño, que finalmente ha recibido una Declaración de Impacto Ambiental negativa (Foto: Asociación Salvemos Cabana)
En este sentido, tanto el Instituto de Estudos do Territorio como la Dirección Xeral de Patrimonio Natural han corroborado las decenas de alegaciones presentadas en lo referente a los graves impactos que este proyecto causaría al paisaje de la Costa da Morte y la imposibilidad de su integración con los distintos elementos del patrimonio natural y cultural, la afección a la biodiversidad y los efectos sinérgicos y acumulativos con otros proyectos eólicos del entorno.

La Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana ya había denunciado en su momento que los siete aerogeneradores de 200 metros de altura en punta de pala del parque eólico Monte Agrelo y Muriño hubieran perjudicado directamente a algunos de los mejores entornos rurales de Galicia al encontrarse el proyecto en el área de afección visual de monumentos como el Dolmen de Dombate, las Torres do Allo o lugares de alto valor etnográfico y patrimonial como San Fins do Castro. De hecho, la propia empresa promotora había reconocido un elevadísimo nivel de impacto con una visibilidad total calculada superior a las 37.000 hectáreas.

Por otra parte, la zona donde pretendía instalarse el proyecto cuenta con la presencia del aguilucho cenizo (Circus pygargus), especie catalogada como “Vulnerable” a nivel estatal y autonómico y las infraestructuras del parque eólico se encontrarían dentro del área de distribución potencial de la subespecie lusitanica del escribano palustre (Emberiza schoeniclus L. subsp. lusitatica Steinbacher), actualmente en peligro de extinción. De igual modo, afectaría a seis especies amenazadas de quirópteros presentes en la poligonal.

Finalmente, la instalación de esta iniciativa energética también podría acarrear una problemática a largo plazo para las áreas residenciales afectadas pues más allá de los estudios acústico y de parpadeo de sombras presentados por la promotora, la empresa no evaluó los potenciales efectos del parque eólico sobre la salud de la población residente en las zonas más próximas a los aerogeneradores, tal y como sería recomendable de acuerdo con las directrices de la Dirección Xeral de Saúde Pública.

Por todos estos motivos Salvemos Cabana celebra que al menos en este caso, y debido a lo invasivo del proyecto, haya primado la cordura con la negativa ambiental al parque eólico Monte Agrelo y Muriño, más teniendo en cuenta la falta de control que trasciende de muchos otros planes energéticos dispersos por todo el territorio gallego que han levantado a las comunidades en defensa de su tierra y sus derechos más elementales.