La disolución de las Cortes consecuencia del adelanto electoral ha impedido aprobar la primera ley de eutanasia de España, que inició su andadura parlamentaria en junio del pasado año después de que todos los grupos, salvo el PP, respaldaran la propuesta socialista.

Si esta norma hubiese salido adelante, Ángel Hernández no hubiese sido detenido ayer por suministrar una sustancia para ayudar a morir a su mujer, que padecía una enfermedad terminal, y que, según asegura en una carta, quería poner fin a su vida y, ante la incapacidad de realizarlo por sí misma, “no hubo más remedio” que ayudarla.

Tras pasar el primer trámite, el proyecto de ley del PSOE tuvo que superar un escollo el pasado octubre, la enmienda a la totalidad del PP que se centraba en los cuidados paliativos y rechazaba el derecho a decidir sobre la propia muerte, iniciativa que el Pleno del Congreso tumbó.

Así, la regulación de la eutanasia continuaba adelante en su tramitación, aunque los socialistas acusaron a PP y Ciudadanos de “bloquearla” prorrogando “sucesivamente” el plazo de enmiendas, acusación a la que la formación naranja respondió diciendo que antes de regular la eutanasia había que aprobar su propuesta de ley de muerte digna basada en los cuidados paliativos.

La denuncia del grupo socialista se producía en febrero de este año coincidiendo con la presentación en el Congreso de más de 280.000 firmas recogidas por dos familias a favor de despenalizar la eutanasia y el suicidio médicamente asistido.

Una de esas familias era la de Maribel Tellaetxe, enferma de alzhéimer, quien cuando aun estaba en uso de sus facultades mentales firmó una declaración de últimas voluntades y manifestó personalmente a sus hijos su deseo de morir cuando ya no pudiera recordar sus nombres ni los reconociese.

Apenas un mes después Maribel falleció en el hospital San Juan de Dios de Santurtzi sin que sus familiares vieran su deseo cumplido. Las campañas siguen adelante y ya son más de 408.000 las firmas recogidas en conjunto.

Anteriormente a la propuesta socialista de eutanasia, el grupo parlamentario de Cs presentó su ley de muerte digna basada en los cuidados paliativos, que también ha quedado sin aprobar en el Senado, adonde llegó después de superar todos los trámites en la Cámara Baja.

Una ley a la que Unidos Podemos presentó una enmienda a la totalidad que pedía despenalizar la eutanasia y el suicidio asistido, pero fue rechazada.

La nueva legislatura que se inicia tras las elecciones generales del 28 de abril abre de nuevo la puerta a que España cuente con su primera ley de eutanasia.

La semana pasada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió que si gobierna nuevamente regulará definitivamente la eutanasia para que “la muerte sea tan digna como la vida”. Es una las 110 medidas del programa electoral del PSOE.

Por su parte, Unidas Podemos ha confirmado a Efe que registrará una ley “con todas las garantías necesarias para las personas que deciden poner fin a su vida, así como para los y las profesionales que las asisten”.

El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha afirmado que todos los partidos deben hacer “autocrítica” tras el nuevo caso de eutanasia ocurrido en Madrid y ha apostado por la necesidad de una regulación en este asunto.

Desde el PP, lamentan no poder manifestarse al respecto ya que aun no se ha presentado su programa electoral.

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