La Diputación Permanente, el único órgano parlamentario de la Cámara que se mantiene activo tras la disolución de las Cortes, se reunirá este miércoles a las once y media de la mañana para debatir y votar la convalidación o derogación de los seis decretos ley aprobados hasta ahora por el Ejecutivo socialista.
Se trata de los relativos a las nuevas medidas para el alquiler de viviendas, los planes de contingencia para acometer un Brexit sin acuerdo, los cambios en igualdad entre los que se incluye la ampliación del permiso de paternidad, y un paquete de medidas de protección social como la regulación del subsidio de desempleo para mayores de 52 años.
Y este lunes el Congreso ha procedido a incluir los dos últimos decretos ley, que afectan a la estiba y al superavit de las autonomías y municipios, según confirmaron a Europa Press fuentes parlamentarias. Cada uno de los textos será defendido por el ministro correspondiente.
EL PLAZO CONCLUÍA ESTA SEMANA
Los tres primeros decretos ley fueron aprobados por el Gobierno el pasado 1 de marzo y, por tanto, debían ser sometidos a debate para su convalidación o derogación en los 30 días hábiles posteriores, plazo que acaba esa semana.
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, optó por apurar los plazos con la intención de poder debatir en la misma sesión todos los decretos leyes que hubieran sido remitidos al Congreso hasta esta fecha.
La Diputación Permanente del Congreso, de la que forman parte 65 diputados con sus suplentes, estará activa hasta el 20 de mayo, la víspera de la constitución de la Cámara que surja de las elecciones generales del 28 de abril y, por tanto, podrá volver a reunirse si el Ejecutivo aprueba nuevos decretos leyes.
INTRODUCIR CAMBIOS
En la misma sesión del miércoles, es previsible que la Diputación Permanente deba decidir si alguno o todos esos decretos leyes, una vez convalidados, deben tramitarse como proyectos de ley, susceptibles por tanto de ser modificados.
Esa tramitación la puede pedir cualquier grupo –Ciudadanos ya ha anunciado su intención de solicitarla en al menos los cuatro primeros decretos– y debe ser aprobada por mayoría en la Diputación Permanente, que, al ser el único órgano parlamentario que permanece en funcionamiento, asumiría todos los trámites posteriores en lectura única.
De acuerdo con el informe redactado por los letrados a petición de la Mesa del Congreso, si se acepta la tramitación de los decretos como proyectos de ley, los grupos parlamentarios podrán presentar una enmienda de totalidad con un texto completo alternativo o bien enmiendas parciales para modificar cuestiones puntuales.
TRAMITACIÓN EXPRÉS
En todo caso, esa tramitación deberá ser rápida y completarse antes de que el 21 de mayo se constituyan las nuevas Cámaras, pues en caso contrario ese proyecto de ley decaerá y sólo quedará en pie el decreto ley original que fue convalidado por el Congreso.
Será por tanto, una tramitación por la vía de urgencia, lo que supone acortar los plazos de enmiendas a la mitad (se habla de una semana), y en lectura única, concentrando todos los debates y votaciones en la Diputación Permanente, fundamentalmente porque ya no existen ni ponencias ni comisiones parlamentarias.
Y la tramitación no acabará en el Congreso, sino que después el proyecto de ley se enviará al Senado, donde se reproducirá el mismo esquema y, si hay nuevos cambios, deberá volver al Congreso para votarlos.