El terremoto que sacudió a Marruecos ha dejado una estela de devastación y tragedia. Según el último recuento provisional de las autoridades marroquíes, se han registrado al menos 2.122 muertos y 2.421 heridos como consecuencia de este desastre natural. Afortunadamente, no se han reportado víctimas españolas a causa del seísmo, según confirmó el Ministerio de Exteriores.
Sin embargo, numerosos españoles, entre residentes y turistas, se encontraban en Marruecos cuando el temblor de magnitud 6,8 sacudió la región el pasado viernes a las 23:11 hora local.
Uno de los testimonios que refleja la angustia vivida durante ese momento es el de Amílcar Moreno, un madrileño que disfrutaba de una cena en un restaurante cercano a la plaza central de Marrakech junto a sus dos hijos, de 15 y 13 años.
Moreno relató su experiencia al diario ABC, señalando que el caos y la confusión se apoderaron del lugar. “Había un caos total, nadie sabía nada y todo el mundo estaba gritando”, indicó. Según su relato, mientras cenaban alrededor de las 23:11, comenzaron a sentir un leve temblor en el suelo, que luego se transformó en un fuerte crujido.
Mientras Moreno intentaba mantener la calma y ayudar a las personas en el restaurante, uno de sus hijos grabó la escena en un video que posteriormente compartió en su cuenta de TikTok, @izzannmt, mostrando a su padre y a otros comensales con miedo por la intensidad del temblor.
En las imágenes, se aprecia a Moreno tomando el control de la situación. “Le comenté a la gente que esperara a que terminara la vibración para bajar por las escaleras sin caernos. Dejé a mis hijos en un lugar abierto y subí de nuevo para socorrer a la gente”, relató.
El regreso al hotel con sus hijos resultó complicado debido a las estrechas y angostas calles de Marrakech, que dificultaban el desplazamiento rápido. Durante el trayecto, presenció escenas desgarradoras, con personas que clamaban ayuda. “Pasamos muchísimo miedo, mucha incertidumbre y mucha inseguridad. Las viviendas estaban totalmente destruidas, había un montón de zapatillas tiradas en el suelo”, señaló.