Los trabajadores a menudo enfrentan una serie de prácticas laborales cuestionables por parte de los empleadores, y una de ellas es el llamado “despido silencioso”. Esta táctica busca desmotivar a los empleados y hacer que renuncien a sus puestos de trabajo, evitando así pagar indemnizaciones por despido. Según un informe de InfoJobs, el 57% de los trabajadores ha sido víctima de esta práctica en los últimos tres años, y la pandemia de COVID-19 ha agravado esta situación.
El “despido silencioso” implica una serie de estrategias por parte de los empleadores para forzar a los empleados a renunciar sin justificación aparente. Algunas de las tácticas incluyen aumentar la carga de trabajo sin motivo, bloquear las oportunidades de promoción interna, crear un ambiente de trabajo hostil y la no percepción de valoraciones positivas pese a alcanzar los objetivos marcados por la empresa. También se incluyen en estas estrategias la congelación de salarios y la reducción de recursos para realizar el trabajo.
El informe revela que los trabajadores de entre 25 y 34 años son los más afectados por esta práctica, con un 25% de ellos admitiendo haberla experimentado. Las estrategias más comunes incluyen el aumento injustificado de la carga de trabajo (28%), el estancamiento laboral (27%) y la comunicación “poco transparente” por parte de la empresa (23%). Por otro lado, los trabajadores mayores de 45 años son los menos afectados por esta situación.
Además, se observan diferencias de género en las experiencias de los trabajadores. Los hombres tienen más probabilidades de enfrentar la congelación de salarios (16% frente al 11% de las mujeres) y la reducción de recursos (13% frente al 10% de las mujeres). Sin embargo, las mujeres también experimentan estas prácticas injustas.
El informe también destaca el problema de las horas extras no pagadas, una práctica ilegal que los empleadores a menudo imponen a los trabajadores debido al temor al despido. Afortunadamente, una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña respalda a los trabajadores y exige el pago de horas extras si la empresa no mantiene un registro horario adecuado.
Además, los datos revelan un aumento del 23,7% en el número de trabajadores afectados por despidos colectivos en junio, en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto sugiere una creciente inestabilidad laboral en el mercado. Casi el 72% de los afectados pertenecían al sector de servicios.
En resumen, el “despido silencioso” y otras prácticas laborales injustas continúan siendo un problema para los trabajadores en España. Es importante que los empleados estén informados sobre sus derechos y busquen apoyo legal cuando enfrenten situaciones injustas en el trabajo.