Pocas singularidades llaman tanto la atención de Estados Unidos como su sistema sanitario. Un sistema disfuncional cuyos los gastos médicos del país superan con mucho los de otros estados occidentales, ofreciendo tasas de cobertura más bajas, una esperanza de vida menor, y tratamientos mucho más caros.
La periodista y tuitera española Azahara Palomeque (@Zahr_Bloom), residente en EEUU, ha relatado lo que supone vivir en un país rico donde millones de personas no tienen seguro médico.
Palomeque comienza señalando que “ahora mismo hay unos 28 millones de personas sin seguro médico. Esto es completamente legal (no asegurar tu coche no lo es). Las opciones cuando estás sin seguro son la caridad, Ongs…”
“Pagas la factura al completo (miles$) o te mueres. Para los q tenemos seguro: lo pagas tú entero o se dividen los gastos entre la empresa y el individuo. El coste medio de estar asegurado son unos 500$ mensuales por persona (imaginad una familia). PERO, tener seguro no garantiza que puedas permitirte los gastos médicos. Depende d la póliza: hay seguros que cubren el 60% y otros (los mejores) el 90%. El enfermo siempre paga, y mucho. En un parto, por ej. la factura t llega de: la enfermera, la comadrona, el médico, el anestesista, etc. La media son 20Mil$”, señala la periodista.
Continúa indicando que “cada concepto se detalla por separado, desde una epidural hasta una radiografía. Por ej. yo fui a urgencias y las pastillas que me dieron no podía tomarlas en ayunas: me cobraron 40$ por un yogurt (entre otras cosas). Urgencias, además, es más caro que ir al médico de cabecera”.
“Por último (lo +grave): nunca sabes cuánto te va a costar. No es una carta de un restaurante donde tú eliges qué quieres y los precios están ahí; es más bien un cheque en blanco. Los médicos deciden qué te hace falta, tú te fías, y luego pagas lo que te digan. Si el seguro cubre un porcentaje, te lo reembolsa, pero tienes q leer la letra pequeña porque suele haber excepciones: 80% excepto -ginecología, radiología y enfermedades venéreas, por ej. Al final, si no te lees las 100 págs. de la póliza te timan”, señala.
Y se pregunta la periodista: “¿Las consecuencias?: diagnósticos inflados, cronificación de enfermedades curables, falta de atención médica en general por miedo al coste, desconfianza en el sistema, menor esperanza de vida, ansiedad, estrés… Todo eso y más en el país más rico del mundo”.