En enero del año 2016, con nocturnidad y alevosía, varios elementos de un aerogenerador de un parque eólico de la multinacional portuguesa EDP Renovables sembraron el pánico en este rincón del pueblo coruñés de Ponteceso tras haber perdido dos de sus aspas, que impactaron con una vivienda de O Roncudo, la aldea que lleva el nombre del parque eólico.

Fragmentos de las piezas desprendidas se precipitaron el domingo día 3 sobre una casa en la que dormían cuatro personas, situada a unos centenares de metros del complejo de aerogeneradores. Según relata la prensa local, J.R.D.L., dueño de la casa, contó que los hechos ocurrieron sobre las 4:30 de la madrugada alertando a los habitantes del inmueble, que para su sorpresa encontraron además numerosos restos de fibra de vidrio tirados por la finca, habiendo chocado uno de ellos de metro y medio de longitud contra la pared de la vivienda.
El vecino afectado asegura que el motor del aerogenerador en cuestión, a 280 metros de la vivienda, «llevaba unos días haciendo un ruido raro», que fue aumentando en intensidad día a día «hasta hacerse insoportable», lo que finalmente derivó en una explosión nocturna tras el fallo catastrófico del rotor y acabó provocando el incidente.
Según reconocen vecinos y entidades de la zona, la instalación, iniciada en su primera época por la empresa Desarrollos Eólicos y actualmente en manos de EDP Renovables, siempre ha estado marcada por la polémica y el rechazo vecinal, expresado por la cercanía a las viviendas, la invasión de pistas comunales, el constante ruido que generan los aparatos o los exiguos pagos por el alquiler del suelo.
LOS PARQUES EÓLICOS EN LA COSTA DA MORTE, UN MODELO EXPOLIADOR DEL RURAL GALLEGO
Consultado por contrainformacion.es sobre la situación que está planteado la actual avalancha de parques éolicos en la zona, Antón Sánchez, portavoz nacional de Anova reclama un nuevo cuerpo normativo y un plan sectorial eólico que, a diferencia del actual, permita «un desarrollo, justo, democrático y sostenible» ante la avalancha de proyectos «pactados con el lobby eléctrico» por parte del actual Ejecutivo autonómico de Alberto Núñez Feijóo.

El responsable político denuncia además la opacidad con la que la Xunta de Galicia está apostando porque las grandes compañías del sector eléctrico se beneficien de los fondos europeos de reconstrucción «con una normativa eólica obsoleta y un modelo que expolia al rural gallego», con la misma actitud connivente aplicada en la tramitación de normativas como la Ley 3/2017, de fomento de la implantación de iniciativas empresariales en Galicia, que en su momento causó un gran clamor parlamentario y un enorme rechazo social.