Como informábamos el pasado 21 de julio, un empleado de un chiringuito de Sanlúcar de Guadiana (Huelva), de 22 años, fue agredido en la tarde del pasado 17 de julio por un compañero de trabajo al grito de “maricón de mierda”, “si es que no eres un hombre” o “estas son las cosas que pasan por contratar maricones como estos”.
El joven, que sufrió lesiones de carácter leve, decidió denunciar los hechos este martes 20 de julio ante la Guardia Civil y relató que el presunto agresor es un nuevo compañero de trabajo, que desde su llegada ha estado realizando todo tipo de comentarios homófobos hacia el denunciante y su pareja, hasta que pasó directamente a agredirle.
La presunta agresión se produjo después de que el denunciado creyó oír a la pareja del denunciante, que se encontraba hablando con un camarero, un comentario despectivo hacia su persona, por lo que se encaró con él. El denunciante intervino para intentar separar a los dos y el agresor “se revolvió dándole un puñetazo en el ojo, nariz y boca, hasta tirarlo al suelo, momento en que el aprovechó para propinarle una serie de patadas en el pecho, hasta que lo detuvieron dos compañeros”, tal y como consta en la denuncia.
Gracias al cocinero del chiringuito, que hizo que cesara la agresión, el joven solo sufrió heridas de carácter leve. Tal y como él mismo ha indicado: “Si no lo hubiera hecho, golpeándome como lo estaba haciendo podría hasta haberme matado”.
Un vecino de la localidad ha señalado que lo sucedido es fruto de una situación que permiten los propios dueños del chiringuito: “Esto tenía que explotar; conozco al agredido, al chiringuito y a la gente que lo regenta y el trato que se le ha dado siempre a este chico ha sido completamente vejatorio, el jefe es el primero que lo llama maricón”.
“Le dijimos que aguantara un poquito que íbamos a despedir al chaval”
Lo más fuerte de todo esto es que su jefe lo llamó para amenazarlo diciéndole que si no quitaba la denuncia, se quedaba sin trabajo, algo que el joven no hizo. Además, el presunto agresor sigue trabajando en el chiringuito.
El dueño del chiringuito ha dado la cara en el programa “Todo es mentira” y se ha defendido diciendo: “Le dijimos que aguantara un poquito que íbamos a despedir al chaval”. “No aguantó y puso la denuncia”, añadió.
La presentadora Marta Flich asombrada le preguntaba: “¿Aguantar y no denunciar una agresión que le han hecho? ¿Lo ve usted normal que no se denuncie una agresión?” a lo que el dueño del chiringuito ha respondido que simplemente le habían pedido que aguantara antes de interponer esta denuncia por un delito de odio.
El agresor también interpondrá una denuncia
Por su parte, el presunto agresor se ha defendido diciendo que no tiene nada en contra de los gays y ha contado al programa que también va a interponer una denuncia ya que, según ha asegurado: “Tengo el dedo roto, el cuarto dedo roto y el otro lo tengo fracturado”. Además añade que también “me dio un bocado”.