El maquinista Francisco José Garzón Amo y el jefe de seguridad de Adif cuando se puso en marcha la línea ferroviaria Santiago-Ourense, Andrés Cortabitarte, son ya los únicos investigados por el descarrilamiento de un Alvia en Santiago, en el que hubo 80 muertos, al archivarse la causa judicial contra otras cinco personas.
Con este sobreseimiento, del que ha informado este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, quedan fuera del caso el director de Circulación de Renfe, el gerente del Área de Seguridad en la Circulación del Noroeste de Adif y tres técnicos.
El magistrado competente -ha destacado el alto tribunal gallego- mantiene por tanto que el caso se centre en Garzón y Cortabitarte por si los hechos que se les imputan fuesen constitutivos de ochenta delitos de homicidio y de 144 de lesiones debido a imprudencia profesional grave.