Este martes, el Gobierno de China ha anunciado oficialmente la destitución del ministro de Defensa, Li Shangfu, después de meses de especulaciones sobre la desaparición de la vida pública.
Li, quien asumió el cargo en marzo, se convierte así en el segundo alto funcionario en ser cesado este año, siguiendo los pasos del exministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang, quien también fue apartado de su puesto en julio en circunstancias confusas.
El Gobierno chino ha optado por no ofrecer explicaciones en ninguno de los dos casos, dejando que la confirmación del cese de Li sea transmitida a través de la televisión estatal, según informa la agencia Bloomberg.
Sin embargo, el Gobierno estadounidense ya había asumido que Li estaba siendo investigado por las autoridades chinas, lo que implicaba que no regresaría a su puesto actual, de acuerdo a fuentes consultadas por el Financial Times. Además, el diario The Washington Post informó en septiembre que el ministro de Defensa había sido interrogado.
Además de la destitución de Li, también se han producido cambios en el Ministerio de Finanzas, donde Lan Foan reemplazará a Liu Kun. Este cambio ya se daba por hecho, ya que Lan fue designado responsable económico del Partido Comunista el mes pasado. Ahora, tendrá la tarea de enfrentar los riesgos de deuda en el gigante asiático.
Estos cambios en el Gobierno chino han generado una gran incertidumbre tanto a nivel nacional como internacional. La falta de transparencia en torno a las destituciones de altos cargos ha generado especulaciones y teorías sobre las razones detrás de estos movimientos.
