Un comunicado de la delegación autonómica de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) posiciona a la entidad de manera rotunda contra la implantación de aerogeneradores en la Montaña Central Leonesa en los “Barrios de Gordón” y “La Cotada Grande”, de Naturgy, “Abano” y “Elanio” de Green Capital Development (filial de Capital Energy) y “El Puerto I”, de Boreas Tecnología.
Según informa la FDMECyL en un comunicado enviado a medios, de manera tradicional, el colectivo montañero “se ha destacado por realizar una actividad deportiva sostenible y conservacionista”. De hecho, esto se ve reflejado en los estatutos de la entidad a nivel nacional, que recogen como una de sus finalidades “el trabajar para concienciar a la sociedad de una práctica responsable del deporte y, para ello, “promueve la protección y respeto del medio ambiente” en la práctica “de todas y cada una de sus modalidades deportivas”.
Por otro lado -reconoce la Federación-, la práctica deportiva desarrollada por la entidad, que cuenta con más de 100 clubes y 4.000 personas federadas “siempre ha estado ligada a sus pueblos y gentes de la montaña leonesa”, que tradicionalmente “han enseñado sus cumbres, caminos y sendas ancestrales junto a su riqueza humana y patrimonio cultural e histórico”, contribuyendo además las actividades en el entorno natural de la montaña al desarrollo económico de las comarcas.
Por estos motivos, la FDMECyL considera que “no puede menos que posicionarse en contra ante la brutal agresión que se pretende perpetrar en varias zonas de la montaña leonesa con la instalación de más de 50 aerogeneradores”, alertando de que llegarán a ser visibles incluso “desde la capital de la provincia leonesa” afectando además, a parajes protegidos de alto valor natural y paisajístico, principalmente en las reservas de la biosfera de Los Argüeyos y Alto Bernesga, pero también a áreas de primer nivel ornitológico a nivel internacional (IBA) y espacios pertenecientes a la Red Natura 2000, sin olvidar el corredor ecológico del oso pardo.
Además de ello alertan del impacto negativo de las numerosas infraestructuras asociadas a los parques eólicos, como líneas de evacuación, subestaciones y pistas de acceso, que destruirían sendas y caminos naturales, arroyos y acuíferos de montaña, afectando incluso a zonas de valor arqueológico, algo que a juicio de la entidad supondría una hipoteca ambiental sobre la montaña como recurso para las generaciones venideras.
La FDMECyL considera que “ni se debe ni se puede condenar nuestras montañas y sus gentes por las escasas contraprestaciones que generarán estos proyectos” y aunque se muestra consciente “de la situación económica que sufre León en general”, los estudios demuestran “que la creación de empleo y las contraprestaciones son mínimas” pero que, sin embargo, este tipo de proyectos eólicos favorecen la despoblación y la pérdida de valor de los terrenos afectados.
Finalmente, la Federación manifiesta que “estará al lado” de quienes luchan por la conservación del medio ambiente y “frente a quienes miran al corto plazo con proyectos destructivos del patrimonio natural de la provincia de León”.
SIN NOTICIAS DE LOS HERMANOS CALLEJA
En otro orden de cosas, la inquietud empieza a despertarse en las redes sociales por el aparente desinterés de los hermanos Jesús y Kike Calleja ante la agresión declarada que le espera al entorno natural de la montaña leonesa. Jesús Calleja, conocido por sus aventuras audiovisuales en el entorno natural, presenta espacios de máxima audiencia en televisión y supera el millón de seguidores en Facebook (www.facebook.com/jesuscalleja) y los 700.000 en Twitter (https://twitter.com/JesusCalleja). Por su parte Kike Calleja, también montañero y presentador de televisión aunque con menor impacto mediático que su hermano, supera los 30.000 seguidores en Twitter (https://twitter.com/kike_calleja) y los 12.000 en Instagram (https://www.instagram.com/kikecallejatv/).
A día de hoy, ni en uno ni en otro caso se ha visto una motivación declarada para denunciar públicamente y de manera activa y permanente la crítica situación en la que los parques eólicos podrían situar a la Montaña Central Leonesa.