El portavoz nacional de Anova Antón Sánchez considera que el anuncio de esta semana por parte de la conselleira de Medio Ambiente Ángeles Vázquez, que que las Directrices da Paisaxe se aprobarán definitivamente en 2021 “no es más que papel mojado“, y que lo que debería ser un instrumento de protección del territorio se ha convertido en moneda de cambio del PP con las grandes empresas del sector.
Según denuncia, esta situación viene ya de finales de 2016, cuando Alberto Núñez Feijóo anunció a bombo y platillo que al año siguiente estas estarían aprobadas. “Algo se cruzó en el camino para que esto no fuese así y no se aprobasen. Y ese algo no fue el interés general, el interés de la ciudadanía y de las mayorías sino el interés concreto y privado de ese grupo de grandes empresas que hacen negocio con el viento en este país amparadas por gobiernos que trabajan para ellas, como es el caso del Gobierno de Núñez Feijóo -critica-.
Sánchez recuerda, además, que en aquel momento Beatriz Mato, que actualmente ocupa un puesto de alta dirección en Greenalia, era la conselleira de Medio Ambiente, y que desde su puesto favoreció los intereses de a energética, que es una de las empresas que más parques eólicos promueve en Galicia.
Para el responsable político “queda claro para quién gobierna el Gobierno gallego y el modelo eólico que proponen“, pues mientras las Directrices da Paisaxe se metieron en un cajón y no se aprobaron, sí se aprobó la Lei 3/2017, más conocida como “Lei de Depredación”, que acortaba a la mitad los plazos de tramitación para estas empresas “dificultando aún más las posibilidades de defensa de mucha gente que intenta defenderse frente a lo que consideran una agresión de las grandes empresas amparadas por la Xunta de Galicia”.
“El del PP es el modelo del expolio, de la privatización de los beneficios frente a lo que debería ser una oportunidad para todas y para todos respetando nuestro país, nuestro patrimonio y nuestro paisaje. Es decir, un modelo democratizado” -reclama Sánchez-.
Por portavoz insiste en que a día de hoy, Galicia no cuenta con un instrumento de protección del paisaje mientras enfrenta “la mayor avalancha de parques eólicos (más de 70) de los últimos años”. Y todo “sin que haya unas Directrices da Paisaxe en Vigor tal y como debería haber sido si se aprobasen como prometió Feijóo en 2017”. Una situación, por otra parte, que “no es casualidad”, porque el Gobierno gallego “sí fue muy sensible a las alegaciones que en 2016 presentaron las eléctricas y la patronal eólica diciendo que las Directrices da Paisaxe perjudicaban su negocio”, una medida que hace que cuando se aprueben, “serán papel mojado en el sector eólico”, una auténtica “tomadura de pelo” como el propio anuncio de la conselleira Ángeles Vázquez.