En una sesión marcada por intensos debates, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no enfrentó una reprobación en el Pleno de Cibeles, resultado de la abstención del PP liderado por José Luis Martínez-Almeida ante la proposición presentada por Vox. Esta iniciativa, que buscaba reprobar a Sánchez, encontró el rechazo de la izquierda representada por el PSOE y Más Madrid.
Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, propuso la reprobación del presidente del Gobierno, al que calificó de “dictadorzuelo”, atribuyendo a Sánchez la responsabilidad del “golpe perpetrado desde La Moncloa”.
Sin embargo, la propuesta de Vox no obtuvo el respaldo del PP, quien había señalado su disposición a apoyar la reprobación de Sánchez, con excepción de otros puntos de la moción. Esta oferta estaba condicionada a la aceptación de Javier Ortega Smith para llevar a cabo una votación por puntos, una solicitud a la que el portavoz de Vox no accedió.
La propuesta de Vox buscaba instar a varios organismos e instituciones a detener el proceso de tramitación de la ley de amnistía, mientras que los servicios jurídicos del Congreso de los Diputados y del Senado debían rechazarla debido a su “manifiesta inconstitucionalidad”.
Durante su intervención en Cibeles, Ortega Smith acusó al Partido Socialista Obrero Español de cambiar sus valores al respaldar la ley de amnistía, afirmando que esto legitima el referéndum catalán del 1 de octubre, según sus palabras.
En su discurso, Ortega Smith describió a Sánchez como una amenaza para la unidad nacional, la monarquía, el Estado de Derecho y la convivencia entre españoles, alegando que su actuación desafía el principio de soberanía nacional al permitir un posible referéndum.
El portavoz de Vox instó al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a no ser cómplice de la situación en España mediante la abstención, asegurando que la amnistía no tiene cabida en el marco constitucional. Acusó a Sánchez y sus ministros de cambiar sus posturas por motivos políticos, enfatizando que el Ayuntamiento de Madrid no puede permanecer indiferente ante esta cuestión.