El PSOE se compromete, entre sus 110 medidas prioritarias de cara a las próximas elecciones, elevar la ayuda al desarrollo hasta el 0,5 por ciento del PIB para así “recuperar el liderazgo en la cooperación al desarrollo”.
El objetivo –para el que no se fija plazo pero cabe entender que es para toda la legislatura– queda lejos del 0,7 por ciento que es el objetivo tradicional del sector, pero supone más que duplicar la cifra que el propio Gobierno socialista estimaba para 2019 en su proyecto de Presupuestos, un 0,23 por ciento de la Renta Nacional Bruta (RNB).
El Congreso de los Diputados, en una Proposición no de Ley aprobada en 2017, instó al Ejecutivo a elevar la ayuda hasta el 0,4 por ciento en 2020, una cifra que aún estaría por debajo del máximo histórico, el 0,46 por ciento de 2009, justo antes de que comenzasen los recortes por la crisis.
Ahora, el PSOE quiere incorporar a África entre las prioridades de la cooperación y potenciar instrumentos más avanzados, como los partenariados público-privados, la cooperación financiera o los acuerdos de asociación con agencias de Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
La ayuda al desarrollo es la segunda prioridad incluida en el capítulo “España global dentro y fuera” dentro de los “110 compromisos” del PSOE. El apartado comienza con la propuesta de recuperar “el liderazgo e influencia de España en la Unión Europea”.
EJÉRCITO EUROPEO
Sus tres grandes propuestas en el ámbito de la UE son: un SeguroEuropeo de Desempleo “para relanzar el concepto de ciudadaníaeuropea”, la creación de un Ejército europeo y la puesta en marchadel “Pilar Europeo de Derechos Sociales”.
En el plano internacional, los “110 compromisos” del PSOE incluyen principalmente propuestas de ámbito multilateral y no hace alusión a las relaciones bilaterales con países concretos ni marca prioridades respecto a asuntos tradicionales de la política exterior española (como Gibraltar, el Sáhara Occidental, la relación con Estados Unidos o con Marruecos).
Además, el PSOE se compromete a combatir en el ámbito internacional la desigualdad entre mujeres y hombres, así como toda forma de violencia o discriminación por razón de género, incluida la trata de mujeres para su explotación sexual y la mutilación genital.
MIGRACIÓN Y DESARROLLO
Propugna también una “política migratoria europea, para contribuir al desarrollo de África Subsahariana, para luchar contra el tráfico de seres humanos, regulando y facilitando los flujos ordenados de inmigrantes, siempre con el máximo respeto a los derechos humanos”.
En ese ámbito, su apuesta es seguir fortaleciendo las relaciones de cooperación con países del Mediterráneo, especialmente en materia migratoria, lo que sí puede entenderse como una alusión a Marruecos.
Por otro lado, se compromete a promover “una política comercial progresista e inclusiva”, basada en reglas multilaterales, que tenga en cuenta la lucha contra el cambio climático, la Agenda 2030, los estándares laborales y sociales y “que incorpore mecanismos de compensación a los perdedores”.
Los socialistas alegan que “los acuerdos comerciales son una oportunidad para mejorar la normativa en materia laboral y ambiental, y generar riqueza y bienestar para la sociedad en su conjunto”.
Los acuerdos comerciales han sido un asunto espinoso en el PSOE de Pedro Sánchez. Al recuperar el liderazgo del partido en 2017, una de sus primeras decisiones fue hacer que los socialistas se abstuvieran en el momento de ratificar el acuerdo con Canadá (el conocido como CETA). No obstante, el pasado septiembre, lo elogió públicamente junto al canadiense Justin Trudeau, aunque advirtió sobre la falta de transparencia en la negociación de estos Tratados.
Por otra parte, las ‘110 medidas’ hablan de estrechar “aún más los lazos culturales, políticos, sociales, económicos y empresariales con América Latina, revitalizando las cumbres iberoamericanas de jefes de Estado y de Gobierno, y los encuentros de la sociedad civil”.
Por último, se propone reforzar la presencia e influencia de España en los principales organismos internacionales, promoviendo candidaturas españolas en todos los puestos, aportando iniciativas que generen consenso e incrementando nuestras contribuciones voluntarias.
En ese ámbito, expresa su apoyo a la reforma del Sistema de las Naciones Unidas para que incremente su eficacia ante los retos del siglo XXI: la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, las migraciones, el terrorismo internacional, la Agenda 2030, y las Misiones de Paz de Naciones Unidas especialmente para la protección de las mujeres en zonas de conflicto.